¿Cómo decidir qué cámaras de videovigilancia se deben adquirir?
Las cámaras brindan información que puede ayudar a las organizaciones a resolver nuevos desafíos, sobre todo ahora con el apoyo de la inteligencia artificial, y principalmente cuando incluso éstas pueden ser víctimas de la ciberdelincuencia.
La seguridad física puede hacer más que proteger ubicaciones, puede asistir a resguardar activos, visitantes y empleados. A continuación, se dan respuestas a las dudas más comunes al definir qué cámaras deben adquirirse en temas de video vigilancia.
¿Grado comercial o de consumidor?
En el ámbito organizacional se debe considerar la adopción de cámaras inteligentes (CI). Éstas pueden ser operadas con simplicidad, bajo una administración centralizada basada en nube, que permita minimizar los requerimientos físicos de infraestructura y de software.
Las CIs cuentan con almacenamiento integrado para videos, eliminando la necesidad de una grabadora de vídeo en red (NVR) separada, reduciendo considerablemente costos, complejidad y puntos adicionales de falla. Este tipo de cámaras simplifican drásticamente la instalación y facilitan la escalabilidad, eliminando una importante vulnerabilidad de seguridad de la red en la infraestructura de TI.
La adopción de CIs no sólo ayudan a garantizar la seguridad física, sino también brindan inteligencia empresarial avanzada.
¿Con o sin visión nocturna?
Depende del caso de uso. Si el proyecto es para un ambiente externo, se recomienda que la CI cuente con grado de protección IP67, IK10+ y tecnología infrarroja para asegurar una visión nocturna a más de 30 metros de distancia. Adicionalmente, es recomendable que tanto para uso interno como externo –y agregar una capa extra de seguridad– la CI debe contar con micrófono integrado para fines de grabación o alertas de audio.
¿Qué tanta resolución se requiere?
Las CIs cuentan no solo con una alta resolución sino opciones flexibles de calidad de video desde 1080p hasta 4K y dependerá del objetivo planteado. Sus diferentes configuraciones de velocidad de bits y de cuadros permiten realizar una retención basada en movimiento, detectando objetos dentro de un marco de manera inteligente. Por ejemplo, si el caso de uso es el de monitoreo de estacionamiento y se requiere la captura de matrículas vehiculares, se recomienda una resolución de 4K.
¿Integración con otros dispositivos?
Una de las ventajas de las CIs es que cuentan con un sistema inalámbrico integrado. Esto simplifica su implementación al poder integrarse con la red inalámbrica existente sin tener que considerar un cableado nuevo para la conectividad, permitiendo una mayor flexibilidad en despliegues en sitios temporales. Es importante que cuenten con APIs para permitir a los desarrolladores sincronizar datos entre múltiples plataformas y facilitar la comunicación entre los distintos microservicios en las aplicaciones web.
¿Almacenamiento remoto o local?
Las CIs ideales cuentan con almacenamiento integrado, confiable y de nivel industrial. El sistema se puede escalar eficientemente a cualquier tamaño, y el almacenamiento se expande con la adición de cada cámara. Además, como el video se almacena localmente, los administradores pueden estar tranquilos sabiendo que incluso si se corta la conexión de red, las cámaras continuarán funcionando y grabando.
¿360 grados o 720 grados?
Con las CIs es posible vincular sensores conectados a la nube que permitan tener información y datos complementarios, para no perder control de ningún área vigilada, adicional a que podemos prevenir accidentes o pérdidas de nuestros activos. De esta manera no solo tendremos visibilidad 360, sino que se recibirán alertas en tiempo real si alguien entra o sale de determinada zona junto con imágenes y video que lo soporten.
¿Debe tener funciones de deep learning search?
Una de las mayores ventajas que ofrece una arquitectura de cámaras en la nube, es que su inteligencia permite hacer búsquedas únicamente por bloque de movimiento. Así se evita la revisión de horas y horas de video y, en su lugar, tener al alcance de un clic los bloques de movimiento registrados en una zona, fecha y rango de horarios específicos, así como exportar imágenes o video del movimiento registrado. Lo anterior ocurre gracias a que las cámaras funcionan como un sensor de movimiento y de temperatura, detectando a su vez mapas de calor que nos muestran la permanencia de las personas en ciertas zonas.
¿Cómo evitar su hackeo?
Se debe considerar una gestión centralizada en la nube ya que ofrece una de las plataformas más seguras disponibles para la operación de las CIs. El acceso a las cámaras está cifrado con una infraestructura de clave pública (PKI) incluyendo certificaciones individuales por cámaras. El video local también está cifrado de forma predeterminada, añadiendo una última capa de seguridad.
Uno de los beneficios de contar con una gestión centralizada de nube es que todas las medidas de seguridad están activadas de manera predeterminada. No se requiere la configuración del usuario. Las actualizaciones de seguridad se suministran automáticamente y se sabrá en todo momento qué personas han tenido acceso a las cámaras, si se hizo alguna exportación de video, incluso desde la fecha, horario o dirección IP de la que accedieron a cierta cámara.
Las cámaras de seguridad pueden ofrecer valor más allá de su propósito principal. Más del 90% del video grabado nunca se ve, pero qué pasaría si la cámara pudiera analizar lo que ve sin intervención humana. ¿Se puede considerar una cámara como un sensor en el contexto de la mercadotecnia, control de calidad o de la seguridad personal o laboral?
Las aplicaciones potenciales de la video inteligencia se pueden utilizar para conectar personas, procesos y activos para mantener sus operaciones en movimiento.