El futuro sin contraseñas ya está aquí para su cuenta Microsoft
Por Vasu Jakkal. vicepresidenta corporativa de seguridad, cumplimiento e identidad.
A nadie le gustan las contraseñas. Son inconvenientes. Son el objetivo principal de los ataques. Sin embargo, han sido durante años la capa de seguridad más importante para todos los aspectos de nuestra vida digital: desde el correo electrónico y las cuentas bancarias hasta las compras y los videojuegos.
Lo que se espera de nosotros es que elaboremos contraseñas complejas y únicas, y que las recordemos y cambiemos con frecuencia, pero a nadie le gusta hacer eso. En una encuesta reciente conducida por Microsoft en Twitter, una de cada cinco personas afirmó que prefería “responder a todos” por error en un correo electrónico (lo que puede ser tremendamente vergonzoso) que cambiar su contraseña.
Pero ¿qué alternativa tenemos?
A partir de hoy, pueden eliminar por completo la contraseña de su cuenta de Microsoft. Ahora pueden utilizar la aplicación Microsoft Authenticator, Windows Hello, una clave de seguridad o el código de verificación enviado a su teléfono o correo electrónico para iniciar sesión en sus aplicaciones y servicios favoritos, tales como Outlook, OneDrive, Microsoft Family Safety, y muchos más. Esta función se distribuirá en las próximas semanas.
El problema con las contraseñas
Mi amigo Bret Arsenault, nuestro director de Seguridad de la Información aquí en Microsoft, siempre dice: “Los hackers no entran por la fuerza, sino que inician sesión”. Esa frase se ha quedado conmigo desde que la escuché por primera vez porque es muy cierta.
Las contraseñas débiles son la puerta de entrada para la mayoría de los ataques dirigidos a las cuentas empresariales y a los consumidores. Se realizan 579 ataques de contraseña por segundo, es decir, 18,000 millones al año.
¿Por qué son tan vulnerables las contraseñas? Por dos razones importantes:
La naturaleza humana
A excepción de las contraseñas autogeneradas, que son prácticamente imposibles de recordar, por lo general creamos nuestras propias contraseñas. Sin embargo, debido a la vulnerabilidad de las contraseñas, los requisitos para crearlas se han vuelto cada vez más complejos en los últimos años, pues deben incluir múltiples símbolos, números, mayúsculas y minúsculas, y la anulación de las contraseñas anteriores. Se nos pide también actualizarlas periódicamente, pero crear contraseñas que sean lo bastante seguras y fáciles de recordar es complicado. Es muy inconveniente crear, recordar y gestionar contraseñas para todas las cuentas en nuestra vida.
Olvidar una contraseña también es molesto. Me sorprendió saber que casi un tercio de las personas prefieren dejar de utilizar por completo una cuenta o un servicio que lidiar con una contraseña olvidada. Eso no es solo un problema para la persona que se queda atorada en el ciclo de la contraseña, sino también para las empresas que pierden a esos clientes.
Para resolver estos problemas y crear contraseñas que podamos recordar, hacemos todo lo posible por simplificar este proceso. Casi siempre utilizamos palabras y frases conocidas y personales. Una de nuestras encuestas recientes encontró que el 15 % de las personas utilizan los nombres de sus mascotas para crear contraseñas. Otras respuestas comunes fueron los nombres de los integrantes de su familia y fechas importantes, como cumpleaños. Una de cada 10 personas admitió que utiliza la misma contraseña en todos los sitios, y el 40 % afirma que ha utilizado una fórmula para su contraseña, como Otoño2021, la cual después se transforma en Invierno2021 o Primavera2022.
La naturaleza del hacker
Lamentablemente, aunque ese tipo de contraseñas son más fáciles de recordar, también son más fáciles de adivinar por los hackers. Un solo vistazo a los medios sociales de una persona puede proporcionar pistas a un hacker para ingresar a sus cuentas personales. Una vez que se obtiene la combinación de correo electrónico y contraseña, se vende en la web oscura para utilizarse en un sinnúmero de ataques.
Los hackers también cuentan con muchas herramientas y técnicas. Pueden utilizar un ataque llamado password spraying, un proceso automatizado que consiste en probar rápidamente una misma contraseña de uso común en varias cuentas de usuario. Pueden utilizar el phishing, una técnica que engaña a las personas para que ingresen su información en un sitio web falso. Estas tácticas son relativamente sencillas y se han utilizado durante décadas, pero siguen funcionando porque las contraseñas se siguen creando por humanos.