¿Está haciendo un buen trabajo Colombia con los residuos electrónicos?
Se contempla que en este 2016 se recojan al menos 22.000 equipos de las sedes educativas del país para convertir los residuos en materiales que puedan usar otras empresas.
De acuerdo con un reciente estudio de impacto hecho a la iniciativa colombiana ‘Computadores para Educar’, por el Centro Nacional de Consultoría, “la iniciativa del Gobierno Nacional de retomar equipos en desuso de las escuelas públicas del país, además del reacondicionamiento de equipos en desuso realizado en el pasado, evitó que más de 27.000 toneladas de CO2 se convirtieran en partículas que alimentaran el calentamiento global y otras 106.000 afectaran de manera directa el medio ambiente”.
El Ministro David Luna Sánchez ha explicado que la responsabilidad del Ministerio de las TIC de Colombia también es la de que las tecnologías tengan el mínimo impacto en el medio ambiente y afirmó que “como resultado de esta iniciativa, hemos retomado más de 90.000 computadores obsoletos de las sedes beneficiadas en el pasado, una tarea que contempla además la demanufactura de los equipos, la separación de sus partes y la disposición responsable de todos residuos”.
En cuanto a los planes del ministerio se contempla que en este 2016 se recojan al menos 22.000 equipos de las sedes educativas del país y transportados hasta Bogotá para demanufacturarlos y convertirlos en materiales que puedan usar otras empresas en el Centro de Aprovechamiento de Residuos Electrónicos (Cenare), de Computadores para Educar.
En Cenare, recuerda un comunicado de prensa del MinTIC, “los equipos obsoletos o en desuso son sometidos a un proceso de demanufactura que consiste en la separación, limpieza y clasificación de las partes de los computadores. En total se han demanufacturado 4.406 toneladas de residuos, equivalentes a 215.942 equipos obsoletos”.
Los equipos obsoletos han sido recogidos de lugares remotos y de difícil acceso como Acandí, Carmen del Darien, Condoto (Chocó), Olaya Herrera, Policarpa, Ricaurte, Roberto Payán, (Nariño); Fortul, Puerto Rondón, Saravena, Tame (Arauca), La Pedrera, Puerto Nariño (Amazonas); La Primavera, Cumaribo (Vichada); Montecristo , Morales, San Pablo (Bolivar), entre otros.
La labor comienza con la identificación de las sedes, la selección y empaque de los computadores y el traslado hasta la bodega en Bogotá. Luego sigue con la demanufactura de cada equipo y la separación de materiales para que posteriormente sean vendidos a las empresas gestoras de residuos electrónicos. La incorporación de materiales a otras industrias se lleva a cabo especialmente en países como España, Bélgica, Holanda y Francia, hacia donde son exportados para darles una segunda utilidad.
“Las materias primas no son infinitas y su extracción es cada vez más compleja por las condiciones socio-económicas de las comunidades protagonistas del proceso. En esa medida, la reincorporación de residuos tecnológicos a procesos productivos evita nuevas actividades de extracción de algunos metales que se pueden recuperar de dichos residuos, lo que genera eficiencia energética y reducción en la huella de carbono”, dicen los responsables del proyecto.