Qualcomm: multa millonaria en la Unión Europea
Se ha comprobado que Qualcomm pagaba a Apple para que usara de forma exclusiva sus chips en sus iPhone y en sus iPad.
La Unión Europea ha multado a la firma de procesadores Qualcomm por un acuerdo que cerró con Apple para que la firma incluyera de forma exclusiva sus chips en los smartphones de la marca iPhone. El castigo asciende a 997 millones de euros para la firma por haber abusado de su posición dominante en el mercado, atacando así los principios de competencia en el mercado.
Se descubrió que en el año 2011 Qualcomm firmó un acuerdo de con Apple comprometiéndose a pagarle sustanciales cantidades de dinero a cambio de que utilizasen sólo sus chips LTE en los iPhone y en los iPad. El acuerdo fue extendido en 2013 hasta finales del 2016. Además de esto, la firma multada dejaba claro que Qualcomm dejaría de pagar a su socio si este lanzaba algún producto con chips de otra marca y, además, en caso de que esto sucediera, la de Cupertino debería devolver todo el dinero recibido hasta el momento.
¿Por qué es tan grave que esto suceda? Es competencia desleal. Qualcomm ha hecho algo que una empresa de menor tamaño jamás podría asumir como son pagos adicionales porque una empresa use sus chipsets, lo que impide que otras marcas puedan llegar a ser fuertes en el mercado. Incluso esto afectó a una firma ya grande y consolidada en el mercado como es el caso de Intel, ya que este acuerdo que atenta contra las normas de la UE de competencia impide a Apple asociarse con otras marcas.
Cabe recordar que esta no es la primera multa que asume este fabricante de chips, que a finales del 2016 recibió otra de 853 millones de dólares por prácticas desleales impuesta por el gobierno surcoreano. Y, al mismo tiempo, Apple y Qualcomm están sumidos en una batalla legal después de que la de Cupertino demandase a su socio por retención de pagos y aumento de royalities.
Estados Unidos, por su parte, demandó a la firma de procesadores por forzar a los fabricantes de dispositivos a adquirir licencias sobre su tecnología si quieren hacer conocidos sus chips. Esto condujo a la posterior demanda de Apple, a la que Qualcomm respondió que no había pruebas para tal acusación. Apple llevó entonces el caso a la Unió Europea.