700 MHz: una frecuencia que será determinante para América Latina
José Otero, director de 4G Americas para el Caribe y Latinoamérica, ha destacado en un webinario el papel que tendrá la frecuencia de los 700 MHz en las comunicaciones móviles en la región LATAM.
Tras analizar el lunes el estado de la tecnología 4G en Perú, el directivo ha hablado hoy del espectro de 700 MHz en LATAM, disponible por el dividendo digital, y ha defendido que será clave para acelerar la adopción de la banda ancha móvil en América Latina.
En ese sentido, Otero ha desvelado que de cara a finales del año 2019 se estima que las conexiones móviles de banda ancha en la región equivaldrán al 86% del total, de forma que el 2G que es líder en la actualidad pasará a ocupar el último lugar.
En concreto, se estima que en Latinoamérica en 2019 el número de suscripciones correspondientes a tecnología GSM será de 141 millones, por debajo de los 196 millones que tendrá entonces 4G/LTE y los 504 millones del 3G.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la región para el desarrollo de la tecnología 4G es la limpieza del espectro de 700 MHz, ya que actualmente hay parte del mismo que está ocupado por canales de televisión analógica y se debe liberar.
Asimismo, para el desarrollo de la industria 4G y servicios de comunicación claves en América Latina, es imprescindible que los gobiernos realicen la suficiente adjudicación de espectro.
El primer país que dirá adiós a la televisión analógica en LATAM será Uruguay, que lo hará el 21 de noviembre de este año si se cumplen los plazos previstos.
Otros países que realizarán el apagón analógico en un futuro relativamente próximo serán Boliva (2016), Costa Rica (2017), Brasil, Ecuador y Honduras (2018).
Más adelante lo completarán Argentina (2019), Chile y Venezuela (2020), Paraguay (2024) y Perú (2025), mientras que Guatemala y Nicaragua todavía no definieron una fecha en ese sentido.
Entre las ventajas que ofrece el espectro de 700MHz para la tecnología 4G destacan el hecho de que cuenta con una mayor propagación de la señal, de forma que puede llegar con más facilidad a zonas aisladas, así como mejor penetración en interiores, algo muy útil en zonas sísmicas donde los edificios son más gruesos y por tanto se necesita más intensidad de recepción.