La ballena rosa brasileña, que busca un impacto positivo
Coo respuesta a la Ballena Azul, ‘jugo’ que podría estar tras suicidos de varios adolecentes, unos emprendedores brasileños lanzan una iniciativa para animar a los jóvenes a valorar su vida.
En las últimas semanas, el macabro juego la Ballena Azul ha sido uno de los temas más comentados en medios de comunicación y redes sociales puesto que se cree que podría estar detrás del suicidio reciente de tres jóvenes en Colombia y de otros anteriores que ahora comienzan a relacionarse con esta actividad y, para compensar, una iniciativa brasileña ha presentado la denominada Balle Rosa, que busca dar un pimpacto positivo entre los adolescentes.
Esta Ballena Rosa ha sido creada por fue creada por un diseñador gráfico y un publicista de Brasil, cuenta con 50 pruebas, basadas en desafías que buscan que los participantes rescaten el lado positivo de la vida, que ayuden a quienes lo necesitan, que se comuniquen con sus familiares, que identifiquen al vaso medio lleno.
Es una actividad bien diferente al de la Ballena Azul que, según ha circulado por medios de comunicación, pone pruebas a los adolescentes en las que deben autolesionarse o perder la comunicación con los que rodean al ‘paticipante’ del reto y cuya última prueba consiste en el suicidio.
Entre los retos publicados se encuentran ‘dibujar con un lápiz de color una ballena rosa con una frase o una palabra de motivación y después publicarla en redes sociales’. Los desafíos están acompañados con frases como estas: ‘Cuando se desea el bien, el universo solo le devuelve el bien’.
Como ya publicó SiliconWeek, la Ballena Azul pone,en un principio, pruebas fáciles y sencillas: dibujar una ballena, comer una determinada cantidad de huevos hervidos o no hablar durante todo el día, pero según pasan los días, las exigencias son cada vez más macabras, como invocar espíritus o hacerse escarificaciones en la piel en forma de ballena o cortarse los labios.
Por este motivo, autoridades y expertos están recomendando a los padres a controlar el uso de Internet por parte de sus hijos y recuerdan que los adolescentes son un grupo poblacional en ocasiones vulnerable y en el que puede resultar más fácil influir.