10 factores por los que Latam es un lugar para emprender
América Latina supera los 626.000 millones de habitantes tras registrar un alto crecimiento de población en los últimos años, on mercados variados y con una cultura emprendedora creciente.
Latinoamérica es uno de los mercados emergentes más prometedores del mundo si hablamos de innovación y emprendimiento, de acuerdo con los voceros del South Summit. Recuerda un comunicado de prensa que en la primera edición de South Summit-Alianza del Pacífico, encuentro organizado por Spain Startup junto a IE University, que reunió en un mismo escenario a más de 100 líderes de innovación, 70 inversores y 40 startups seleccionadas entre más de 600 proyectos procedentes de Colombia, Chile, México y Perú se compartieron las claves del ecosistema. Según los expertos, sus principales fortalezas son:
-Gran mercado: América Latina supera los 626.000 millones de habitantes tras registrar un alto crecimiento de población en los últimos años. Para Gonzalo Tradecete, fundador de Faraday Venture Partners, Latinoamérica es “una región atractiva para invertir por la alta concentración de talento que existe en la región y porque también hay una creciente masa crítica de consumidores a los que se les puede dar cada vez un mejor servicio”.
-Alianza del Pacífico: su apuesta por la innovación está siendo clave para impulsar el ecosistema de emprendimiento en la región. La iniciativa está compuesta por México, Chile, Colombia y Perú, lo que representa una gran oportunidad para las empresas al contar con un mercado de más de 217 millones y ser la octava economía del mundo.
-Emprender en un día ya es posible: países como Colombia, Chile y Argentina están promulgando nuevas leyes para estimular la creación de startups incluyendo ayudas financieras, exención de impuestos, programas de mentoring y lanzamiento de nuevos espacios de coworking.
-Cultura de venture capital emergente: los números de inversión en Latam todavía son inferiores respecto a Europa. Sin embargo, el rápido crecimiento del sector demuestra el surgimiento de una nueva cultura de venture capital en la región, recoge el informe.
-Principales sectores y áreas de innovación: tecnologías de la información, turismo, movilidad, energía, salud y agricultura son las industrias que más oportunidades presentan en términos de innovación.
-Sinergias entre los diferentes países latinoamericanos: la heterogeneidad de las diferentes regiones que conforman Latinoamérica es un buen escenario para emprender. La unión de fuerzas y las nuevas formas de colaboración entre países, como es el caso de la Alianza del Pacífico, representa una oportunidad para startups con ambición global que buscan partners y clientes más allá de sus fronteras.
-Apuesta clara desde los gobiernos: el sector público en Latam está jugando un papel clave en la promoción del emprendimiento y la innovación, pero no está solo: las corporaciones empiezan a ser conscientes de que no pueden innovar por sí mismas a la velocidad que marcan los nuevos tiempos y están apostando por la innovación abierta vía startups.
-Colaboración entre corporaciones españolas y latinoamericanas: la reputación de las empresas españolas en Latinoamérica goza de buena salud, gracias a la estrecha relación mantenida entre ambos mercados. A la hora de entrar en el ecosistema emprendedor latinoamericano, España cuenta con una gran oportunidad no solo por ser el principal inversor en la región sino también por compartir el mismo idioma.
-El emprendedor en Latam: resiliente y paciente: El perfil de las personas que deciden poner en marcha su propio proyecto empresarial pertenece sobre todo a universitarios con talento y creatividad. “El factor más importante de los emprendedores en Latinoamérica es su resiliencia y su paciencia. La buena noticia es que está llegando más capital a la región y los gobiernos están haciendo bien el trabajo”, explica Vanesa Kolodziej, general Manager de Xpand, fondo corporativo del grupo Clarín.
-Cambio de chip, del miedo al fracaso a un mundo global: en América Latina existe una fuerte cultura de miedo al fracaso y de aversión al riesgo, pero las cosas están cambiando y los emprendedores apuestan cada vez más por poner en marcha sus propios proyectos pensando en global.