Robots colaborativos perfeccionan la industria del metal
Contar con robots colaborativos supone un paso notablemente cualitativo en la evolución del sector y una apuesta segura por la mejora de la calidad del producto final.
Los expertos aseguran que los robots colaborativos están cambiando la industria del metal por la automatización de procesos a través de la implantación de cobots. Es decir, integrar robots y brazos robóticos de un tipo específico a cada fase o entorno productivo, con el rasgo característico de que estas máquinas están enfocadas a la interacción con humanos.
Se trata de una de las aplicaciones de la robótica en la industria que más beneficios aporta, no solo por la mejora en la calidad y productividad de las plantas industriales, sino porque el diseño e integración de las máquinas automatizadas tienen en cuenta el factor humano y facilitan la evolución hacia nuevas formas de trabajo.
“Existen una gran variedad de robots colaborativos, lo que permite que industrias de todos los tamaños y actividades puedan contar con esta innovación tecnológica en sus plantas y meterse de lleno en la Industria 4.0.
“De este modo, las empresas industriales pueden mejorar su competitividad, procesos y producto final, gracias al empleo de la inteligencia virtual, Big Data, Machine Learning, Internet de las Cosas, y todo ello, a través de las funcionalidades que ofrece la aplicación de cobots en la automatización de procesos productivos”, asegura Manuel A. Sordo, general manager para Latinoamérica de Universal Robots.
Las aplicaciones en el sector son muy diversas y pueden estar enfocadas a diferentes fases del proceso, pero en todas ellas responde a la mejora de la eficiencia a través de la automatización de procesos y/o tareas.
Por ejemplo, en la línea de montaje, los robots colaborativos en la industria del metal se integran con la idea de aumentar la velocidad de la ejecución, sin restar calidad al resultado, consiguiendo una reducción de los tiempos dedicados a la cadena de montaje.
Seguridad
En los procesos de pegado, dispensado y soldadura, un cobot es capaz de ejercer la cantidad de adhesivo y presión necesaria para cada tipo de material y pieza, asegurándose un resultado final uniforme y óptimo.
Con relación al dispensado, es importante tener en cuenta la configuración del proceso, junto al material que van a manipular, en especial si son tóxicos y corrosivos.
Sobre las tareas de soldadura, un robot colaborativo es capaz de ejecutar diferentes tipos de soldadura, lo que permite que el proceso de producción no se deba interrumpir y, muy importante, que se reduzca el desperdicio de material.
En las máquinas de control numérico, los brazos robóticos están ideados para automatizar procesos de elaboración y reducir la intervención humana en tareas repetitivas, pero de gran precisión.
Este tipo de cobots permite una reprogramación y uso diverso, lo que facilita emplearlos en las fases o actividades donde sea más necesario mejorar la agilidad del proceso.
En la supervisión de maquinaria, que es una tarea repetitiva que gana eficacia si se automatiza, los robots se aseguran que no haya errores en los controles de calidad y en la recogida de datos sobre capacidad productiva y velocidad de los procesos industriales.
Estas diversas maneras de automatizar la industria e introducir y valorar las diferentes aplicaciones de los cobots en la actividad del metal y mecanizado supone reducir la complejidad de muchos de los procesos y permitir alinear innovación tecnológica, mano de obra humana y nuevos objetivos acordes con el contexto de la Industria 4.0.