Las personas son el corazón de la Industria 5.0
Por David Montoya, Director Global de Desarrollo de Negocios de IoT en Paessler.
El concepto de Industria 4.0 se afianzó hace un poco menos de una década, y ya algunos visionarios se están centrando en la próxima revolución industrial: la Industria 5.0. Esta revolución tecnológica pretende potenciar la transformación del sector en espacios inteligentes basados en IoT y en computación cognitiva. En este sentido, esta tecnología trata de unir máquinas y humanos para mejorar la productividad y la eficiencia.
La Comisión Europea afirma que los principales objetivos de la Industria 5.0 son la sostenibilidad, el protagonismo humano y la resiliencia, y destaca que la Industria 5.0 ofrece una visión de la industria que va más allá de la eficiencia y la productividad como únicos objetivos, y refuerza su papel y contribución a la sociedad.
La epidemia causada por Covid-19 ha enfatizado el valor de la tecnología en las nuevas dinámicas que tal vez tengamos que mantener. El sector manufacturero ya tenía interés en su transformación digital, sobre todo a través del IoT industrial y la automatización, pero el impacto económico de la pandemia en México nos orienta a visualizar nuevas expectativas en 2022. En México está Industria comienza a ser conocida, primero en el sector manufacturero.
Un estudio de DuckerFrontier y Microsoft afirma que México se encuentra listo para la adopción de esta tecnología en la economía, la sociedad y el mercado laboral, con posibilidades de incrementar el PIB a niveles que van de 4.6% a 6.4% en 2030, por ello, es vital adoptar una mentalidad encaminada a maximizar la adopción de esta tecnología para la automatización de tareas.
Para comprender los beneficios que la Industria 5.0 traerá a México en 2022, primero es necesario investigar olas tecnológicas anteriores:
- 1780 – Mecanización. La primera revolución industrial utilizó el poder del agua y el vapor para mecanizar procesos industriales.
- 1870 – Electrificación. Esta ola tuvo lugar entre finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX. Su punto focal fue la electrificación de fábricas y la creación de líneas de montaje para la producción en masa de productos.
- 1970 – Automatización. Las primeras tecnologías digitales, incluidos los robots, comenzaron a automatizar tareas que antes realizaban los humanos. Con Internet se produce también la globalización de los procesos productivos.
- 2011 – Conexión. Comenzó en Alemania, donde el concepto de Industria 4.0 empezó a conectar todo, desde robots hasta automóviles. Es la era de la convergencia entre OT y TI y la reducción de la intervención humana. Uno de los más destacados es IoT e IIoT, con sensores conectados a redes basados en recursos de Inteligencia Artificial.
- 2020 – Industria 5.0. Al colocar a las personas, ya sean clientes o empleados, en el centro de la producción industrial, la Industria 5.0 ofrece productos diferenciados al mercado y, a los trabajadores, oportunidades laborales destinadas a preservar la vida y el planeta.
El gran diferencial de la Industria 5.0 con relación al modelo 4.0 es que el ser humano está en el centro de esta ola. En este nuevo mundo, los sensores recopilan datos y las computadoras con capacidades de Inteligencia Artificial procesan y analizan esta información. Las máquinas y los robots comienzan a utilizar estos datos y algoritmos para respaldar decisiones que encarnan valores como la prosperidad, la sostenibilidad, la ética y la preservación de la vida.
Los profesionales colaborativos y los robots trabajan codo con codo
En este nuevo paradigma, los profesionales de las plantas trabajarán codo con codo con los robots colaborativos (robots colaborativos o “cobots”). El gestor humano actúa como “coach” del recurso digital, velando por que se sigan los valores humanistas, la preservación del medio ambiente ecológico, la ética y la justicia.
Si bien las máquinas seguirán realizando trabajos peligrosos y repetitivos, las personas utilizarán su cerebro y sus sentimientos para tomar decisiones de alto nivel. Hay un fuerte énfasis en la investigación y los proyectos innovadores que preservan la vida. Una de las tecnologías más utilizadas en la Industria 5.0 es el “Digital Twin”, una copia virtual de una fábrica o una línea de ensamblaje donde se realizan las más diversas simulaciones, incluida la seguridad personal y de propiedad, antes de que se construya efectivamente el piso de la fábrica.
El mercado mundial de ‘gemelos digitales’ se valoró en $3,800 millones de dólares en 2019 y se espera que alcance los $35.800 millones de dólares en 2025. Según el análisis de Gartner “IoT Digital Twin Adoption Proliferates Across Many Sourcing Options”, la adopción de gemelos digitales es paralela a la del Internet de las Cosas (IoT): 26% de los encuestados afirma haber implementado ya gemelos digitales, y 59% está implementando o planea implementarlos en el próximo año.
Para que estos logros sucedan, se están gestando cambios. Se formarán nuevas asociaciones estratégicas entre el 40% de los principales proveedores de TI y OT en el mercado global. El objetivo es llegar a una solución holística que reduzca los costos de integración e implementación en un 20 %. Habrá un aumento del 40 % en las inversiones en gobernanza de datos, equipos de ingeniería digital y tecnologías de operaciones digitales.
También será necesario invertir en una cultura centrada en productos y servicios altamente individualizados. Para ello, las organizaciones están equipando sus productos industriales con componentes y sensores digitales. Esto facilitará que los productos se comuniquen entre sí, reciban señales y utilicen tecnologías como 5G y LoRaWan. Los componentes de IIoT crean una visión más transparente del estado de productos individuales y procesos completos y, por lo tanto, permiten una intervención rápida en casos de dificultades inminentes (gestión predictiva).
El monitoreo de 360º cumple con los estándares ESG
El enfoque humano de la Industria 5.0 requerirá que los directivos tengan una visión 360º del siempre heterogéneo entorno industrial y, a partir de ahí, poder implementar continuamente innovaciones y optimizaciones. Cuanto más transparente sea la visión que el gestor tenga del entorno, mayor será la eficiencia y más cercano el cumplimiento de los valores ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza). Por supuesto, la Industria 4.0, la modernización y la interconexión entre TI y OT también requieren la expansión del monitoreo. El objetivo es proteger los procesos interdepartamentales y revelar interrelaciones críticas.
Además de lograr una visión predictiva de todo lo que sucede en la Industria 5.0, existe otro frente de batalla para avanzar en este concepto: la falta de profesionales preparados para este universo.
México y el mundo sufren la escasez de profesionales capacitados para las nuevas olas tecnológicas. En 2022, por lo tanto, será más importante que nunca automatizar tantos procesos de TI y OT como sea posible para que los recursos humanos se utilicen para la innovación y transformación empresarial, no para procesos repetitivos. La escasez de habilidades destacará a los MSP (Proveedores de Servicios Administrados) mexicanos que ya tienen equipos formados en la Industria 4.0 y ahora se están moviendo hacia la era de la Industria 5.0. Hay espacio para MSP especializados en sectores específicos como en sectores automotriz, industria química, etc.
Sin duda, hay un gran reto de formar profesionales para la Industria 5.0. Para que estos logros se lleven a cabo, es fundamental repensar el modelo pedagógico en Mexico. Las habilidades necesarias para acompañar la Cuarta y Quinta Revoluciones Industriales solo tendrán efecto si se equilibra el déficit educativo de la población acorde con la demanda empresarial.
No se pueden saltar pasos
La Industria 5.0 con sus valores éticos, inclusivos y sostenibles solo sucede donde la Industria 4.0 ya se ha implementado antes. El profesional alineado con la Industria 5.0 será más calificado, habrá estudiado más años y estará acostumbrado a una rutina de renovación continua de sus conocimientos. Es fundamental que, en 2022, haya incentivos para que se implemente este cambio de paradigma y llegue el nuevo.