Tecnología, una aliada de las empresas para la lucha contra el cambio climático
Ante la crisis económica y ambiental, gobiernos, sociedad civil y empresas coinciden en que es indispensable adoptar medidas más robustas que hagan frente al calentamiento global.
Cada vez más personas tienen una conciencia verde y exigen a las compañías volverse agentes de cambio con un impacto positivo en la sociedad. De acuerdo con datos de Kantar, 95% de las personas piensa que las empresas tienen responsabilidad en el cuidado del ambiente. Esta tendencia también se refleja dentro de ellas, según un estudio de PWC, el 86% de los colaboradores a nivel mundial prefieren trabajar en organizaciones que apoyan la inclusión de mejores prácticas en temas ambientales y sociales.
Es muy común que al crear una estrategia de negocio sustentable, las compañías no sepan por dónde empezar, sin embargo, el uso de la tecnología puede ayudar a cuidar el planeta. El uso de plataformas de mensajería y videollamadas, servicios de almacenamiento de archivos en la nube, son algunos ejemplos de cómo la innovación tecnológica hace posible que se mantengan flujos de trabajo híbridos que se traduce en reducción de papel y agua, consumo de electricidad y emisiones de carbono (al limitar los traslados).
Entre las herramientas que comienzan a adquirir relevancia en las organizaciones está el uso firma electrónica que elimina por completo el consumo de papel, lo cual no solo desincentiva la tala de árboles, sino que reduce la contaminación ocasionada por la tinta de bolígrafos e impresoras. Con el uso de soluciones como las de DocuSign, líder mundial en firma electrónica y gestión de documentos en la nube, han permitido ahorrar más 55 mil millones de hojas de papel, que se traduce en la conservación de más 6 millones de árboles. ¡El equivalente a 35 veces el bosque de Chapultepec!
Además de cuidar el medioambiente, las compañías que integran la tecnología en sus procesos obtienen beneficios como mayor eficiencia, mejores resultados y ventajas competitivas que en consecuencia genera satisfacción del cliente y de los empleados. Así, mientras las empresas luchan contra el cambio climático, impulsan la economía.