“Los drones como aliados del campo mexicano”
Agrodrone, empresa de Puebla, México, recuerda los retos que confronta el mundo a causa de la sobrepoblación y muestra su propuesta en drones para el campo.
Para el año 2050, el mundo rozará los 10,000 millones de habitantes (de acuerdo con la FAO), lo cual impulsará la demanda global de productos agrícolas en un 50% más sobre los niveles actuales. Por ello, recuerda un comunicado de prensa publicado por la mexicana Agrodrone que la tecnología es un arma contra los desafíos venideros y la empresa ve a los drones como una herramienta esencial para el campo.
La empresa, nacida en Puebla, explica que “los vehículos aéreos de Agrodrone pueden fumigar o fertilizar hasta 20 hectáreas de cultivo en un día completo sin descanso” y calculan que, en general, “con el uso de la tecnología es posible reducir entre 10 y 15% las pérdidas de producción de un cultivo”. Además, recuerdan desde la firma, que “el campo mexicano se ha reducido por diversos factores como la urbanización, deforestación, cambio climático y plagas, por lo que la seguridad alimentaria podría verse amenazada en un futuro cercano”.
Cristian Engemman, director y fundador de Agrodrone, ha explicado que “con el uso de drones y software es posible la modernización del campo mexicano para hacerlo más competitivo y reducir los costos de operación, con el fin de que el productor agrícola tenga más liquidez para mejorar sus procesos y obtenga alimentos de gran calidad”.
La compañía poblana cuenta con un modelo de drone capaz de cargar hasta 10 litros de líquido para fumigar o fertilizar hasta 20 hectáreas de cultivo en un día completo sin descanso, ya que cuentan con varias pilas portátiles para recargar al aparato cada vez que lo requiera.
Por ahora Agrodrone cubre el estado de Puebla, pero ha llevado sus servicios a Veracruz, Guadalajara e Hidalgo con planes de expandirse en un futuro cercano. El servicio se cobra por hectárea, que incluye el análisis de la planta. Entre los planes de la compañía para este y el próximo año, están el buscar apoyos de centros de investigación, como el Conacyt, o bien de fondos de inversión o instituciones federales, como el Inadem, con el fin de obtener recursos para incrementar su equipo tecnológico y elaborar un plan de negocios para expandirse a más zonas del país.