Caracas es la ciudad más barata del mundo, para extranjeros
Si miramos la tasa de cambio oficial, Caracas sería cuatro veces más cara que Nueva York, mientras que la tasa de cambio del mercado negro rebaja los precios, aunque sigue perjudicando a los venezolanos.
De acuerdo con el último informe de Intelligence Unit de The Economist, y titulado ‘Worldwide Cost of Living‘, mientras que Singapur y Zurich son las dos ciudades más caras para vivir a día de hoy, Caracas es la más barata, seguida por Damasco, la capital de Siria. Aunque, cuando hablamos de la capital venezolana, el estudio dice haberse fijado en el mercado negro y no en las tasas de cambio de divisa oficiales.
De todos modos, recuerda el informe que el uso de múltiples divisas y tipos de cambio en Caracas hace casi imposible elegir el precio de los productos y servicios. Y es que, “a pesar de las repetidas devaluaciones, la tasa de cambio oficial que marcaba que 10 bolivarianos son igual a un dólar, permanece insostenible frente a la inflación local y a un comercio negro que presenta una tasa de cambio 100 veces mayor el de la tasa oficial”.
De hecho, recuerda The Economist que “si el costo de vida se hubiese calcula utilizando la tasa oficial, Caracas sería incluso cuatro veces más cara que Nueva York“. Por el contrario, aplicando los tipos del mercado negro, la capital se vuelve diez veces más barata que la mencionada ciudad estadounidense. Para los extranjeros o aquellos que reciben dinero de familiares que viven en otros países, la ciudad resulta por tanto más barata. Sin embargo, no hay que olvidar que las personas en Venezuela con un trabajo formal reciben sus sueldos en función a la tasa oficial, lo que hace que la vida en el país para los locales, sea excesivamente cara.
Los precios mundiales se han deprimido por un exceso de oferta de materias primas, especialmente el petróleo y, dice el informe que en América Latina y Europa, la inflación ha pesado en la demanda. En el caso de Argentina, dicen desde The Economist que “la inflación de precios ha compensado la disminución del costo de vida causado por la debilidad de la moneda en los últimos años”.