IaaS y TI híbrida: ¿cómo puede ayudarte a impulsar la transformación digital?
Por Eric Helmer, director de tecnología de Rimini Street.
La infraestructura como servicio (IaaS) es un modelo diseñado para que las organizaciones reduzcan los costos de TI y mejoren el rendimiento de sus operaciones. Sin embargo, muchas empresas son reacias a trasladarse 100% a la Nube por temor a tener que reinvertir en recursos de TI y a las posibles interrupciones del negocio.
En realidad, un enfoque de “todo o nada” para la Nube no es realista para muchas organizaciones que deben retener recursos físicos como hardware. Aquí es donde entra un enfoque híbrido de TI: una combinación entre cargas de trabajo “on premise” y otras basadas en la Nube.
Dónde comenzar tu infraestructura híbrida
La primera pregunta lógica que debes hacerte es: “¿por dónde comienzo?”.
Si recientemente invertiste en hardware nuevo, saltar a una infraestructura híbrida ahora probablemente no tenga mucho sentido.
Si este no es tu caso, la mayoría de las organizaciones comienzan su viaje de TI híbrida en función de una de estas tres variables:
- Geografía. Esto implica una infraestructura en transición que se encuentra en una región específica del mundo o país. Si, por ejemplo, tus servidores en Texas ejecutan entornos que no son de producción ni de misión crítica para el negocio, son buenos candidatos para migrar a la Nube con un riesgo mínimo de interrupción de las operaciones.
- Áreas de negocio. Para algunas organizaciones, puede tener sentido migrar las operaciones a la Nube según el área, como finanzas o contabilidad. Por lo general, tiene sentido comenzar con aquellos que pueden hacer el cambio sin ralentizar el negocio.
- Momento. Cuando llega el momento de actualizar el hardware puede ser un excelente momento para evaluar la transición de parte de tu infraestructura a la Nube. Cuando se ejecuta adecuadamente, migrar a la Nube puede proporcionar eficiencias operativas y ahorros de costos.
Ten en cuenta que el camino que elija tu organización puede requerir una auditoría completa de tu infraestructura de TI para que puedas identificar qué áreas atacar primero.
Potenciales peligros para considerar
Los principales proveedores de Nube tienen calculadoras en línea diseñadas para ayudarte a estimar el costo total de propiedad (TCO), pero las organizaciones deben usarlas con cautela.
Estas herramientas solo brindan una estimación aproximada de cuáles serán tus costos porque no pueden tener en cuenta las necesidades específicas de tu organización. Rara vez también tienen en cuenta otros costos asociados con la migración a la Nube, incluida la recuperación ante desastres, la capacitación y la mano de obra, el soporte continuo del centro de datos, tarifas de transferencia de datos o ancho de banda.
Otra consideración importante es la seguridad. Una percepción errónea común es que los proveedores de la Nube incluyen seguridad de aplicaciones y redes. Por lo general, no lo hacen. Necesitas implementar tus propias protecciones, y la mayoría de las empresas que se trasladan a la Nube no cuentan con una persona especialista en la materia. Esto es vital por los altos costos relacionados con una brecha de seguridad.
Un modelo ganador
Para tener una transición con éxito es clave que los CIO (u otros líderes de TI) se asocien con los CFO (o líderes financieros) para diseñar estrategias e implementar una estrategia de TI híbrida.
Aunque migrar a una infraestructura de TI híbrida es un movimiento técnico en esencia, en última instancia, es una decisión financiera. La conclusión es que, si no tiene sentido financiero para la organización, no va a funcionar con los tomadores de decisiones clave.
Por ello, antes de comenzar un viaje a la Nube, las organizaciones deben analizar detenidamente cuáles son los costos actuales de su infraestructura implementada para comprender realmente cuál podría ser el ROI.
Al final, “dirigir todo” hacia la Nube no es un objetivo o enfoque realista para la mayoría de las organizaciones. Una estrategia de infraestructura de TI híbrida escalable suele ser la respuesta correcta, con un calendario de lanzamiento estratégico, considerando los costos y las posibles dificultades.