4 desafíos para una logística sustentable en LATAM
Ya no se trata de un concepto o una iniciativa, es una política que todas las organizaciones, industrias y Estados deben adoptar. La sustentabilidad en Latinoamérica tiene enormes oportunidades, pero también grandes retos.
Descarbonizar, reducir la huella de carbono y operar de la forma más sustentable posible son hoy los pergaminos de las empresas que no solo quieren satisfacer a sus clientes, sino también ser sostenibles y competitivas en una era que exige acciones concretas contra el cambio climático.
Ahora bien, de cara a los consumidores, quienes están cada vez más conscientes sobre sus compras, exigiendo productos y servicios que colaboren a la lucha contra el calentamiento global, esto toma mayor relevancia.
“Las personas están exigiendo productos más responsables con su entorno. La economía y la sustentabilidad deben ir de la mano. Y en ello la digitalización, la innovación y la automatización de procesos juegan un rol clave”, explica Jaime Dacaret, country manager de DHL Express Chile.
¿Cuál es la situación de la logística sustentable?
Este sector en Latinoamérica se enfrenta a muchos retos para jugar al mismo nivel de otras regiones. Esto se debe a los problemas sociales y económicos que afectan a la región. Sin embargo, gracias a un crecimiento en capital humano y a la automatización de procesos digitales, el panorama mejoró. Los cambios en base a la economía y la sustentabilidad están en puerta. Por eso, DHL menciona algunos desafíos de cara a lo que viene.
Los bonos verdes. Este concepto se instala como la moneda del futuro. Y es que estos bonos sustentables no son más que fondos que irán a una inversión para mitigar la contaminación ambiental producida por una empresa. Además, tiene en cuenta el impacto social, económico y ambiental, generando más puestos de trabajo y una mejora notable en la sustentabilidad. Y, como si fuera poco, esta fue una iniciativa pionera en Latinoamérica.
Mitigación de la huella de carbono. Gran parte de las emisiones de carbono provienen del movimiento de carga. Algunas empresas de logística mitigan parte de sus emisiones de transporte invirtiendo en flotas eléctricas, ocupando nuevos combustibles alternativos y sostenibles, modernización de motores, compensaciones de carbono y proyectos forestales.
Mejorar la eficiencia de los envíos. Al reducir el consumo de combustible y evitar el exceso de emisiones, el impacto climático se reduce, así como el ámbito de la salud y la seguridad pública. Almacenar y usar energía de fuentes renovables ayudará a detener la marea del cambio climático. Pero las soluciones actuales aún tienen que alcanzar las economías de escala necesarias para generar un impacto mayor y reemplazar por completo los combustibles fósiles convencionales.
Reutilizar, reparar, reciclar. La transición a una economía circular requiere nada menos que una transformación drástica del diseño, la producción y el reciclaje de productos. Por eso, las empresas están reinventando ciclos de vida completos de productos en la etapa de diseño y tratando de maximizar la reutilización, reparación, remanufactura y reciclaje de productos.
“La industria de la logística tiene enormes desafíos. Hoy está obligada a cambiar la forma en que opera para respetar el entorno y ser competitiva. Asimismo, tiene que mejorar la seguridad en las transacciones, implementar la digitalización en la logística de entrega, reducir la inseguridad y prevenir los imprevistos”, sentencia Dacaret.