La temporada alta se multiplica: ¿Cómo puede responder la logística?
Por Tim Robertson, CEO DHL Global Forwarding Américas.
El sector de la logística ha experimentado importantes cambios a lo largo de los años en respuesta a las numerosas evoluciones de la demanda de los consumidores. Durante décadas, la industria logística ha tenido un carácter estacional, con el período comprendido entre finales de verano y finales de otoño como la época de mayor actividad para los proveedores. Hoy observamos una nueva tendencia, la de los peaks múltiples espaciados uniformemente a lo largo del año.
Esto supone un cambio con respecto a la situación histórica. En el pasado, la temporada alta se producía una vez al año. Durante este periodo, las empresas de logística tenían que trabajar arduamente para aumentar los volúmenes de carga, garantizar las entregas en tiempo y forma, y optimizar la eficiencia operativa. La planificación anticipada, la coordinación eficaz y las estrategias logísticas específicas, eran clave para hacer frente a esta demanda sin perder calidad en el servicio.
Pero el mundo ha cambiado rápidamente. Incluso antes de la pandemia, que ciertamente aceleró estas tendencias, ya estaban surgiendo nuevas pautas en el comportamiento de los consumidores, la globalización, el comercio electrónico y la dinámica de la cadena de suministro. Los avances tecnológicos y los cambios socioeconómicos han impulsado nuevas expectativas y preferencias de los consumidores; la gente compra y envía de forma diferente a como lo hacía antes de 2020. Uno de los resultados de todo esto ha sido el aparente fin de nuestra visión tradicional de las temporadas altas, lo que sugiere la necesidad de una revisión de la forma en que los proveedores de logística planifican sus años.
Cambio en los hábitos de consumo
El crecimiento sin precedentes del comercio electrónico es uno de los efectos a largo plazo más evidentes de la pandemia en el sector de la logística. Con opciones limitadas para comprar en las tiendas y empresas de todos los tamaños esforzándose por ofrecer a los consumidores formas fáciles de comprar en línea. Incluso con las opciones de compra en tienda disponibles de nuevo, los datos del FMI muestran que el porcentaje del gasto total que se realiza a través de Internet sigue estando por encima de lo que habría sido sin la crisis en general.
Con este mayor énfasis en el comercio electrónico, es posible que veamos nuevos peaks derivados de diversos factores, como grandes eventos comerciales, rebajas generalizadas o promociones especiales que impulsen la demanda de los consumidores.
Al igual que el resto de las industrias, la logística ha sentido los efectos de estos cambios. Ahora, el reto consiste en adaptarse a ellos con éxito.
Adaptarse a un nuevo paisaje
Si observamos estas tendencias juntas, es fácil ver cómo la idea de una única temporada alta anual podría resultar irrelevante. El aumento de los incentivos para que los consumidores realicen compras en línea a lo largo del año dará lugar de forma natural a numerosos repuntes, quizá menos predecibles, en nuevas ocasiones.
Para adaptarse a estos nuevos modelos anuales, las empresas de logística tendrán que centrarse en lo que pueden controlar y encontrar formas de ayudar a los clientes a navegar cómodamente por un mercado incierto y volátil. Esto hará que la flexibilidad sea fundamental. Las soluciones que permiten a las empresas cambiar rápidamente sus planes de envío, como las soluciones de transporte multimodal de DHL Global Forwarding, ayudarán a las empresas a responder a las nuevas y cambiantes necesidades. Sin embargo, sean cuales sean los servicios que ofrezcan los proveedores, la capacidad de apoyar a nuestros clientes durante estos tiempos difíciles será sin duda clave para su éxito.
La tecnología ha aportado muchas herramientas para ayudarnos en esto. El Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos pueden permitir una mayor eficiencia en la gestión logística, ayudando a las empresas a adaptarse a los nuevos peaks de demanda.
Con las tendencias generales en los patrones de consumo, el comercio electrónico y la globalización que apuntan a peaks en la demanda de servicios logísticos a lo largo del tiempo, podemos estar seguros de que el mundo necesitará cadenas de suministro eficientes más que nunca. Ahora, es responsabilidad del sector de la logística utilizar las herramientas que nos rodean y estar a la altura del reto para que todo siga funcionando para todos.