Kibernum colabora en un proyecto que definirá los estándares de formación tecnológica en Chile
La empresa chilena de Tecnologías de la Información Kibernum, se ha unido a una nueva iniciativa que nace para determinar la formación en TI que necesita la industria.
Kibernum se ha unido al proyecto liderado por la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), una acción que trata de definir los siete perfiles ocupacionales que ofrecen las competencias y habilidades que necesitan las compañías de la industria TI.
Gracias al dinero aportado por un fondo de ChileValora -organismo que busca aumentar las competencias laborales de las personas a través de procesos de evaluación y certificación-, se podrá trabajar para definir unas líneas de actuación que ayuden a incrementar la cantidad y calidad de los profesionales del campo tecnológico.
Marcelo Román, gerente general de ACTI, ha declarado que el proyecto “se encargará de generar un estándar de habilidades para la industria TI” así como de garantizar que haya perfiles profesionales que ayuden a las empresas en su selección de personal, y contar “también con un mecanismo que nos vaya permitiendo mejorar la calidad de los profesionales que trabajan en esta industria”.
El directivo ha desvelado que en la iniciativa, en la que también participan instituciones como Inacap, Corfo, Everis y Nubox, no sólo beneficiará a la industria TI, sino a muchos otros sectores que demandan profesionales informáticos.
Para Patricia Gutiérrez, Jefa de Marketing y Comunicaciones de Kibernum, “hoy todavía existe un gran desconocimiento de los perfiles, cargos y competencias que se requieren en la industria TI y Kibernum quiere invertir tiempo para normalizar esto y ayudar a que la industria se estandarice”.
Por otra parte, se ha indicado que después de que los siete perfiles sean definidos, ACTI se constituirá como organismo certificador que validará las competencias que los profesionales dicen tener.
En ese sentido, los profesionales se someterán a una prueba de desarrollo en la cual se tendrán que resolver problemas lógicos y de programación y desarrollar determinados lenguajes, entre otros aspectos.
“Esa prueba mostrará la capacidad real del profesional, cuál es la brecha que tiene respecto a un determinado perfil, y revelará lo que la persona sabe hacer, no lo que dice que sabe hacer. Con esto, la idea es que la contratación dependa ahora del nivel de madurez que tenga cada profesional, lo que mejorará significativamente nuestra calidad como industria y nos impulsará a ser una de clase mundial”, concluye Román.