Intel: su responsabilidad corporativa y cómo influye en América Latina
A través de la Fundación Intel, la empresa se da a conocer entre las clases desfavorecidas de los países emergentes con programas como Intel Aprende.
Intel acaba de presentar los resultados de su división de responsabilidad corporativa para el año 2012 y dice que las cifras muestran que este tipo de iniciativas de las grandes empresas tienen beneficios en las comunidades donde se llevan a cabo.
Así, concretamente, un informe de Intel y de la Fundación Intel, que en 2012 invirtieron aproximadamente 100 millones de dólares en programas de educación alrededor del mundo, entre ellos, en ocho de América Latina, dice que se consiguieron logros como que las instalaciones realizadas por Intel en centros educativos de Costa Rica ayudaron a ahorrar energía que podría ser consumida por 8.000 hogares en un año.
Intel dio a conocer su Reporte Anual de Responsabilidad Social de 2012. Como líder global en tecnología y negocios, la compañía tiene metas claras y objetivas acerca de la responsabilidad corporativa en los negocios. Esas acciones de Intel ayudan a reducir los riesgos, ahorrar costos, proteger las marcas de valor y desarrollar nuevas oportunidades de mercado.
En su Reporte de 2012, Intel mide todos sus esfuerzos ambientales y sociales y los incorpora a sus negocios. Según explica Rosangela Melatto, gerente de Responsabilidad Social y Empresarial para Intel América Latina, hay “tres objetivos estratégicos que guían la empresa hacia esta visión“, que son “cuidar a nuestro personal, cuidar el planeta e inspirar a la próxima generación”.
Los proyectos en los que ha participado Intel son:
En Argentina financió a dos jóvenes de un pueblo remoto para que crearan un proyecto de Intel ISEF para educar a su comunidad sobre los beneficios económicos y ambientales de un tipo de árbol que estaba siendo cortado para hacer leña.
En Brasil, la empresa de chips se centró en la firma de un convenio de cooperación con la Superintendencia de Innovación Social de la Secretaria de Estado de Ciencia, Tecnología y Enseñanza Superior de Minas Gerais (Sectes) que tiene como objetivo capacitar mediadores a distancia (EaD) para educar en el ‘Programa Intel Aprender‘.
En Chile Intel ha promovido la utilización del Khan Academy como un recurso para el aprendizaje de matemática en las escuelas públicas de Chile, para lo que se proyectaron seminarios para profesores, estudiantes y padres, para explicar cómo utilizar el contenido del Khan Academy.
En Colombia, el programa Intel Aprender se convirtió en un proyecto nacional para las poblaciones más vulnerables del país con el apoyo del Ministerio de tecnología de la información, con el objetivo de crear capacidad para el acceso y utilización de la tecnología. Como resultado, dice el estudio, más de 7.500 personas fueron entrenadas e Intel dejó esa capacidad instalada en diez organizaciones en el país.
En Costa Rica se encuentra la única planta de ensamble y prueba de microprocesadores de Intel en Latinoamérica y destaca por su impacto en sostenibilidad que se centran en 3 áreas principales: gestión eficiente de energía, ahorro en el consumo de agua y gestión responsable de residuos.
En México, se instaló Net Medical, que utiliza la tecnología de Intel para conectar proveedores de asistencia sanitaria con pacientes de regiones remotas y se otorgó recursos a Universidades de Guadalajara y Ciudad de México para participar en siete proyectos de investigación y programas de desarrollo para sistemas integrados, diseño de circuitos integrados, productos electrónicos y prácticas empresariales.
En Perú, dentro del proyecto Intel Aprender se invitó a estudiantes a participar en la Feria de Proyectos de Estudiantes del siglo 21 y, utilizando lo que aprendieron en su participación, fueron capaces de identificar un problema en la comunidad y proponer una solución.
