El cybercrimen le cuesta a la economía mundial 445 mil millones de dólares al año
Además, otro estudio sobre seguridad muestra que en América Latina el 42% de empresas se ha visto afectado por algún tipo de cyberataque.
De acuerdo con el último estudio del Center for Strategic and International Studies (CSIS) o centro estratégico y de estudios internacionales, el cybercrimen cuesta a la economía mundial una media de 445.000 millones de dólares cada año. Los daños causados a los negocios y a la propiedad intelectual supone más de 160.000 millones en gastos anualmente a los usuarios individuales.
De acuerdo con Jim Lewis, analista del CSIS, el “cybercrimen supone una tasa extra en la innovación y la ralentiza, puesto que reduce el retorno de inversión a los creadores de nuevos servicios y a los inversores”.
Los países más afectados por este problema son las grandes economías del mundo, como Estados Unidos, China, Japón y Alemania y dice el estudio, patrocinado por McAfee, que afecta negativamente en el empleo de estos lugares. Añade el analista Jin Lewis que cerca de 40 millones de personas en Estados Unidos, aproximadamente el 15% de la población, ha tenido información personal robada por los piratas informáticos.
McAfee, propiedad de Intel, cree que la mejora de la colaboración internacional comienza a mostrar resultados en la reducción de la delincuencia cibernética.
41% de empresas latinas, afectadas por malware
Aunque el estudio no habla de la situación en América Latina, cuya economía aún está en crecimiento, un estudio recientemente publicado por ESET Latinoamérica muestra que el 41% de las empresas de la región afirma haber sufrido infección por códigos maliciosos.
Destaca además que hay pocas políticas al respecto para la protección de las empresas como que no realizan actividades para prevenir incidentes relacionados con sus trabajadores y que la práctica conocida como BYOD o Bring Your Own Device que hace que los dispositivos personales de los empleados puedan introducir problemas de seguridad a los equipos de las empresas, supone un gran problema debido al desconocimiento: el 42% de los encuestados no tiene una política de definida y un 14% permiten el uso de dispositivos personales sin gestionar esta práctica.
