Necesitamos normas en la vida cibernética: Coviello
El presidente de la administración de RSA, Arthur Coviello platicó con siliconweek y dio su visión sobre la seguridad en internet e implicaciones futuras.
En el pasado RSA Conference Arthur Coviello se reunió con medios especializados de Latinoamérica y Siliconweek.com estuvo también. Al recibirnos en su suite del hotel donde se hospedaba, Coviello compartió su interés por desarrollar la región latinoamericana en temas de tecnologías de información y, sobre todo en el de la seguridad.
Sentado en una silla de madera, Coviello comentó aseguró que Latinoamérica está creciendo importantemente, no solo en materia TIC, sino también es un punto estratégico para desarrollo de malware para todo el mundo. Como fue la inversión que realizó la compañía para establecer, en Brasil, el primer laboratorio Anti-Fraud, que compartirá responsabilidades con el de Israel y Estados Unidos, en la lucha contra el fraude cibernético y otras amenazas. No obstante, “el trabajo que se crea dentro y fuera de la internet es de primordial importancia para nosotros”, explica Coviello.
La región no está exenta de los problemas mundiales. Es decir para Arthur Coviello, el Internet es una capa horizontal que permea en todos los aspectos de la vida, por lo que la perspectiva mundial sobre lo que está sucediendo en América Latina –en términos de seguridad informática—es algo “común” como es el espionaje cibernético o el seguimiento de huellas digitales. Esto lo mencionó en referencia a su conferencia dónde encaminaba al mundo sobre la creación de normas digitales.
Al hablar de estas normas digitales, Coviello hizo referencia a cómo es que las normas sociales pueden ser trasladadas al mundo digital. Ya que, si tomamos en cuenta que no es correcto espiar en un amigo, espiar a un potencial adversario lo es aún peor; sin embargo se sigue haciendo. Es, en este modo, “que debemos entonces evitar el uso de herramientas cibernéticas para atacarnos, como lo hemos hecho con las armas nucleares y químicas, y así colaborar en la aprensión, persecución y seguimiento de cibercriminales”, asentó Coviello, dándole un trago a su té helado.
Necesitamos más normas
Durante su reunión con medios latinoamericanos, Art (como la gente lo conoce) mencionó que para el año 2030 se espera que existan 300 mil millones de dispositivos conectados a la internet. Esto implicará que los desarrollos de ataque al Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) puedan ser contemplados como futuros ataques de guerra. En este sentido Coviello nos mencionó que es momento de hablar sobre acuerdos en la red entre las naciones.
“Nos gusta todo lo que la red nos está brindando: compras, programas de lealtad, conocimiento, incluso publicidad dirigida hacia nosotros; sin embargo es un poco temeroso si tomamos en cuenta cómo es que la Internet nos está conociendo”, explica Coviello. “Pero cualquiera de nosotros no tenemos una conciencia de nuestra privacidad dentro de la red”, comenta Arthur.
Tomemos por ejemplo la pornografía infantil en la red. Si bien es un acto desdeñable, los victimarios acusan a los gobiernos de la injerencia en su privacidad cibernética. Algo que para el presidente administrativo de RSA es algo que debe ser erradicado de la red. No solo por el hecho de promover prácticas contrarias a la sociedad, sino que se debe luchar en contra de la explotación infantil que estamos viviendo en estos días.
Por lo tanto la seguridad debe ser vista como un centro esencial de la vida digital. Es decir que antes era vista como un apéndice de la red, pero ahora debe permear en los aspectos para hacer el bien. “Como dije en mi conferencia: ‘tenemos la oportunidad con todas la herramientas actuales –Big Data, Cloud Computing, Internet of Things- para resolver la mayor parte de las necesidades sociales que presentamos actualmente’, de tal manera que incrementemos la calidad de vida de todos los seres humanos”, argumentó Coviello, en medio de la sala donde estábamos reunidos.
Desde la perspectiva de seguridad informática, sin duda el establecer normas de convivencia en la red bien podría avalar una política de privacidad y “buenas costumbres” que sean adoptadas por las naciones del mundo.
Al momento de publicar este artículo en el mundo se han suscitado una serie de noticias alrededor de la NSA y las redes sociales, por ejemplo se anunció que Turquía iba a negar el acceso a Twitter debido a los alegatos de corrupción en el gobierno turco. De esta forma se inhibe, desde nuestra perspectiva, dos derechos fundamentales: el de información y comunicación.
Será entonces que la tecnología puede solventar y ayudar, en algunos casos, a mejorar la calidad de vida de las personas. Puede ser posible que involucrando mejores políticas de convivencia en la red, los gobiernos no teman a espiar a sus ciudadanos. Quizá en un futuro sabremos si Arthur Coviello tiene razón en establecer normas sociales-cibernéticas que permitan y avalen la conducta dentro de la Internet.