Cae la inversión extranjera en América Latina
La inversión cayó de nuevo en 2016, en un 14% y las predicciones para este año se muestran “sombrías” según Naciones Unidas.
Los flujos de inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe disminuyeron en 2016 un 14% hasta ubicarse en 142 mil millones de dólares, según el informe publicado hoy por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Durante una conferencia de prensa desde Ginebra, la economista Stephania Bonilla afirmó que “los datos confirman que en América Latina por quinto año consecutivo se han reducido notablemente los puntos de inversión extranjera de manera directa” por lo que la caída de las IED se dio por igual en toda la región.
Según un comunicado de prensa oficial de Naciones Unidas, en América del Sur las inversiones disminuyeron 14% a 101.000 millones de dólares, reflejando los efectos de la recesión económica, los bajos precios de los productos básicos y el aumento de la inestabilidad monetaria. En América Central se redujeron un 14% a 38.000 millones de dólares, debido a la desaceleración de las exportaciones. Mientras que en la zona del Caribe, excluidos los centros financieros, también se cayeron un 9% quedándose en 3.000 millones de dólares, a pesar de que los flujos aumentaron en la República Dominicana.
Cabe destacar que México es uno de los países más afectados, ya que las corrientes se redujeron drásticamente un 19% a 27.000 millones de dólares, debido a la reducción de la inversión en el sector de los servicios, así como en la mayor parte de la industria manufacturera. De los cinco principales receptores de las IED en América Latina – Brasil, México, Colombia, Chile y Perú -, cuatro recibieron menos inversiones en 2016 que en 2015.
“Las perspectivas para inversión extranjera en la región en 2017 siguen siendo sombrías, se prevé que el crecimiento económico se mantendrá muy por debajo de las tasas asociadas con las mayores entradas registradas en años anteriores”, dicen desde la ONU.
“Las empresas multinacionales están preocupadas por algunas de las políticas en Estados Unidos y sus implicaciones, por lo que los inversores tienen miedo de la incertidumbre”, aseguró Stephania Bonilla.