San Valentín es una fecha en la cual las personas aprovechan para demostrar con detalles, el cariño y amor que sienten por sus seres queridos. Es por ello que el comercio se llena de ofertas y recomendaciones personalizadas de compras para atraer a la mayor cantidad de usuarios, pero, al mismo tiempo, se convierte en un periodo muy atractivo para los ciberdelincuentes.
Días previos a esta celebración, muchas personas realizan compras o reservas en línea. Por esa razón, los delincuentes digitales se aprovechan para desplegar sus campañas y suplantar los sitios web de muchas tiendas y así estafar a los consumidores.
Sin embargo, no es el único método para engañar. “Durante las fechas de alta demanda comercial, los ciberdelincuentes manejan diversas estrategias para causar fraudes. En San Valentín, podemos evidenciar una serie de alertas como, por ejemplo, mensajes con una invitación inesperada, envío de ofertas especiales por cualquier plataforma de mensajería o, incluso, utilizan aplicaciones de citas o redes sociales para ganar la confianza del usuario y así robar información privada o dinero”, explica David González, Investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
El mercado de las citas online
Las aplicaciones y citas online son un pasatiempo atractivo para aquellos que aún no encuentran a su otra mitad, utilizando estas plataformas para interactuar y establecer, en algunos casos, una relación amorosa. De hecho, para 2028 se prevé que el mercado mundial de las citas online genere millones de dólares, según datos de Valuates Reports.
Pero la realidad es que hay que estar alertas y no confiar ciegamente en la información y personas que conozcas a través de este medio, ya que las estafas de citas, o estafas catfishing, ocurren cuando los estafadores crean un perfil falso para entablar una relación con quienes están en búsqueda de algo verdadero.
“Quienes se dedican a esto son expertos en manipular los sentimientos de las personas para, en muy poco tiempo, pedirles dinero para cubrir alguna emergencia o incluso solicitar la apertura de una nueva cuenta bancaria. Estas cuentas son utilizadas para lavar el dinero que obtienen de otras víctimas, convirtiendo, involuntariamente, a la propietaria de la cuenta en mula de dinero. En otros casos, pueden tratar de persuadir a las víctimas para que les envíen fotos o videos comprometedores y luego intentar chantajearlas”, agrega González.
Esta es una fecha para estar alertas y cuidar al máximo nuestros datos, es por ello que ESET comparte 3 consejos de ciberseguridad que te ayudarán a pasar un San Valentín en armonía:
Compra regalos de forma segura. No debemos olvidar los puntos clave a la hora de comprar en el comercio electrónico: identificar sitios web de confianza, con buena reputación, desconfiar de ofertas demasiado buenas para ser ciertas o el uso de medios de pago como las transferencias bancarias, que no permiten recuperar el dinero fácilmente en caso de estafa. También es importante revisar las condiciones de venta y devolución para evitar disgustos.
Cuidado con las reservas. Las reservas en hoteles y restaurantes aumentan considerablemente en esta fecha, por eso es clave asegurarnos de hacerlas a través de los sitios oficiales o autorizados, puesto que es frecuente ver cómo algunos portales de dudosa reputación tratan de aprovecharse de la situación vendiendo reservas que, en realidad, no están disponibles.
Para evitar que tu cita fracase, presta atención a la url del sitio, es decir, que no tenga palabras extrañas o sea demasiado extensa, también considera las faltas de ortografía e idealmente utiliza aquellos comercios que cuenten con reseñas positivas.
Envía regalos con precaución. Es común que las compañías entreguen un código de seguimiento para que el consumidor monitoree el estado de su pedido o envíen mensajes de texto y correos confirmando la entrega. Y como hemos evidenciado en los últimos meses, los ciberdelincuentes se han encargado de hacerse pasar por empresas de transporte y crear mensajes de texto falsos, asegurando un problema con la entrega del pedido para que el usuario haga clic en un enlace malicioso que puede solicitar dinero o infectar el dispositivo.
“Hay que entender que la tecnología se convirtió en parte de nuestro día a día y así como es utilizada para ayudarnos a encontrar soluciones, es una herramienta que puede darnos grandes dolores de cabeza si le damos pie a los ciberdelincuentes. Somos responsables de que nuestra información esté resguardada, por lo que debemos ser aún más precavidos y no dejarnos llevar por el entusiasmo de tentaciones que parecen muy atractivas”, finaliza González.
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