El cobro de impuestos VS la reducción de la brecha digital

La Reforma Tributaria que Colombia firmó hace unas semanas volvió  a poner sobre la mesa la disputa sobre el cobro de impuestos para que estos sean justos con todos los sectores de la población y no coarten el consumo de nuevos servicios y productos. Cuando hablamos de tecnología, no hay que olvidar que aún hay un gran cantidad de la población dentro de los países de América Latina que no tienen acceso a Internet o a dispositivos electrónicos y unos impuestos que encarezcan estos productos y servicios puede afectar al cierre de la gigante brecha digital existente. 

El Centro de Estudios Económicos de América Latina, decía hace unos meses públicamente que el mayor problema para reducir la brecha digital en América Latina es el bajo poder adquisitivo de los ciudadanos y el alto costo de los dispositivos y servicios y sugería que los gobiernos de la región deberían reducir “los impuestos a esos productos y servicios, que representan entre el 12 y 32 por ciento del gasto de los hogares que los necesitan”.

Desde 5G Americas, una asociación que busca promover la adopción de tecnologías de banda ancha en América Latina y el Caribe, su director José Otero, ha recordado en una entrevista concedida a SiliconWeek que “los gobiernos tienen que mirar al sector de telecomunicaciones no desde una perspectiva recaudatoria sino como una industria que promueve el desarrollo económico del país. El crecimiento de las telecomunicaciones tiene un impacto directo en los diversos segmentos verticales de la economía”.

Altos costes de las TIC para los menores sueldos

Para las familias de menos ingresos comprar un celular, computadora o tableta, y contratar un servicio de banda ancha móvil representa entre el 12 y 32% de su ingreso mensual; pero si se redujeran los impuestos a los servicios de telecomunicaciones ese gasto se reduciría entre el 10 y 30%, de acuerdo con el informe ya mencionado hecho por el Centro de Estudios Económicos de América Latina. 

Si a esa medida se aplicara un subsidio dirigido, el gasto se reduciría al 9% del ingreso mensual en el caso de para quienes hoy es de 12; y bajaría a 26% para las familias que hoy dedican el 32% de sus percepciones. “Esto representa un avance considerable en la dirección de la universalización de la banda ancha”, pero el trabajo debe ser de gobierno y operadores, considera el estudio. 

En una entrevista realizada a GSMA, Sebastián Cabello, como su director para América Latina, explicaba a SiliconWeek que Colombia es uno de los países de América Latina con mayor proporción de impuestos específicos al sector móvil (en segundo lugar tan solo detrás de República Dominicana) y aclaraba que la “Reforma Tributaria agrava esa situación y, cómo consecuencia de esa fuerte presión tributaria sobre lo servicios móviles, se genera una barrera de acceso al servicio por parte de los sectores más vulnerables”. 

En Colombia, el costo de internet móvil para el 20% más pobre representa el 19% de sus ingresos. “Esto es prácticamente cuatro veces el umbral de asequibilidad del 5% sugerido por la Comisión de Banda Ancha y la UIT. Pero la presión tributaria excesiva no es una estrategia que brinde réditos, ya que una eliminación de impuestos específicos al sector tiene el potencial de generar incluso mayores ingresos a las arcas del Estado, como resultado de bases de usuarios más amplias con mayor actividad económica”, de acuerdo con Sebastián Cabello. 

Un informe publicado por Naciones Unidas hace unos años rezaba que la integración de tecnologías por parte de los ciudadanos, “con el tiempo muestran mejoras evidentes; los dispositivos móviles incorporan más y mejores servicios a la vez que también mejora la calidad de las comunicaciones. La cobertura de la infraestructura y los servicios crece, y al propio tiempo los precios siguen una clara tendencia de disminución. Por último, los teléfonos móviles también generan innovaciones porque promueven y facilitan la invención y producción de nuevos servicios, productos o procesos. Los ejemplos son comunes, desde la utilización de llamadas perdidas para actividades de la vida cotidiana hasta las operaciones bancarias móviles, tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas”.

¿Cerrar la brecha digital?

Una de las “principales características de esta región es el bajo poder adquisitivo de sus habitantes, ergo cualquier incremento en el precio por bienes o servicios resulta en una reducción a su consumo”. Concretamente, explica el directivo que “en el caso de Colombia, cifras oficiales del gobierno indican que más del 40% de la población corresponde a los estratos 1 y 2 que son junto a las personas de estrato 3 (alrededor de 30% adicional) quienes reciben subsidios por parte del gobierno para servicios públicos” tal y como recuerda José Otero, el director de 5G Américas en la región de Latinoamérica y el Caribe.

Aún un 60% de la población global no accede a Internet, de acuerdo con un informe del Banco Mundial de 2016, probablemente la cifra sea ahora menor, pero se cree que todavía es muy alta. Amediados del pasado año 2015, el CAF o Banco de Desarrollo de América Latina ya había publicado un informe que alertaba de que la mitad de la población de Latinoamérica sigue sin acceso alguno a Internet, mientras que sólo un 10% tiene conexiones de banda ancha y otro 20% se conecta a través del móvil. Y el estudio ‘El ecosistema y la economía digital en América Latina’ que presentaba el CAF, afirmaba que serían necesarios 143.000 millones de dólares adicionales para cerrar la brecha digital. Estas inversiones deberían llegar de gobiernos, además de las iniciativas privadas que se están llevando a cabo.

Son embargo, los altos impuestos pueden encarecer los precios de servicios de comunicaciones y de dispositivos electrónicos y eso no fomenta el consumo. 

En el caso de la Reforma Tributaria de Colombia, no hay que olvidar que se ha tratado de aliviar su impacto a segmentos bajos de la población es algo positivo, sin embargo, dice José Otero que eso “podría interpretarse como una barrera al uso de los servicios de comunicaciones. Si tienes menor poder adquisitivo y deseas tener un uso similar al de personas con mayor ingreso: se te hace más caro”.

Recuerda Sebastián Cabello,que lidera la organización GSMA en América Latina “las cargas impositivas excesivas tienen un efecto negativo en los incentivos para la inversión en el sector, afectando el desarrollo tecnológico de Colombia y su alto impacto socioeconómico”. La GSMA considera que “a nivel general, es importante que no se vean a los servicios móviles como bienes suntuarios, cuando no lo son, porque aportan a la conectividad, productividad, empleo y desarrollo económico” de los países. Hay que pensar el sistema tributario para favorecer el acceso de los más necesitados a la sociedad de la información, cerrando la brecha digital.

Como ejemplo de un buen trabajo, Cabello recuerda la eliminación de impuestos especiales al consumo de telefonía móvil recientemente implementada, por ejemplo, en Uruguay y Ecuador y los cuales aumentaron significativamente el acceso a los servicios móviles.