Bolivia cuenta con el sistema de teleférico urbano más grande en el mundo. Ahora el país en pleno auge está triplicando el tamaño de la red y pronto tendrá nueve líneas que transportarán a los ciudadanos desde el centro de La Paz, capital administrativa, hasta Los Altos, donde vive gran parte de la población y que se refiere a los barrios situados en las montañas de la ciudad.La ciudad andina de 1,8 millones ha luchado durante mucho tiempo con el transporte caótico. Hasta hace unos años, los servicios públicos se limitaban minibuses y taxis con signos escritos a mano en sus parabrisas y recogiendo pasajeros a lo largo de sinuosas y congestionadas rutas. Pero en los últimos dos años, ayudado por el crecimiento de los ingresos del Estado, conseguido gracias al gas natural y la minería, el gobierno izquierdista del presidente Evo Morales ha construido un sistema de teleférico, idóneo para la particular geografía de las ciudades montañosas del país, como es La Paz.
La Empresa estatal “Mi Teleférico” ahora opera tres líneas, incluyendo dos que une La Paz con la ciudad satélite de El Alto. Y se ha comenzado a trabajar en las nuevas rutas que incrementará la red de los 10 kilómetros que cubre en la actualidad a los 30 kilómetros de futuro. El gobierno optó por teleféricos como la forma más barata de reducir el tráfico por carretera, ya que la montañosa geografía de la La Paz y los ríos subterráneos hacen que un sistema subterráneo hubiese sido mucho más caro.
César Dockweiler, gerente de ‘mi teleférico‘, dijo en una entrevista, como publica Reuters, que “la primera fase se centró en la unión de dos ciudades. Este segundo paso se centrará en la creación de una red sólida”. La idea es que, tras la ampliación, pueda llegar a transportar a 27.000 pasajeros por hora.
Son teleféricos silenciosos, alimentados eléctricamente con wifi incorporado y vistas panorámicas a los Andes. Aunque ciudades como la ciudad colombiana de Medellín también cuentan con líneas de teleférico, ninguna tiene una red tan extensa. No se ha concretado para cuando concluirá esta obra y se cree que podría concluirse en el plazo de un año.
Las tres primeras líneas costaron 234 millones de dólares y las próximos líneas se prevé que costarán 450 millones de dólares. De acuerdo con Dockweiler, el sistema, construido por la firma austriaca Doppelmayr, es una solución relativamente barata.