Los datos están en el corazón de todo lo que hace una empresa, y la infraestructura tecnológica que existe hoy en día puede ayudar a mover y almacenar esos datos, e incluso actuar sobre ellos. Sin embargo, lo que la mayoría de las organizaciones hacen en la actualidad con sus datos es sólo moverlos y almacenarlos, pero no actúan. Explorando las formas en que la información podría aprovecharse en beneficio del negocio, los líderes tecnológicos pueden impulsar nuevos resultados e iniciativas, al generar valor adicional para las partes interesadas, desde socios hasta clientes, empleados e incluso el mundo en general.
Históricamente, los equipos de Tecnología han guardado gran cantidad de datos para la empresa, principalmente con el temor de que, de no tenerlos, no serían capaces de responder a posibles necesidades legales o de cumplimiento. Los datos se han archivado y conservado, y con esto su tamaño ha crecido exponencialmente y su almacenamiento se ha convertido en un dolor de cabeza. Por lo general, todos esos datos estaban condenados a permanecer en los archivos de la compañía acumulando polvo hasta que su vida útil concluyera. El verdadero valor de los datos se perdía o simplemente era parte de la historia del negocio.
Antonio Neri, CEO de HPE, durante su discurso de apertura en Discovery 2021, en junio pasado, observó que los datos tienen valor, y predijo que el valor atribuido a ellos en una organización se convertirá en componente crítico de los balances e informes de prácticamente cualquier empresa, si es que no lo es ya.
Un nuevo enfoque
Los datos históricos del negocio se están explorando y aprovechando de una manera más significativa que nunca. Por primera vez en la historia del cómputo, las empresas tienen el poder de la nube para brindar la escala necesaria para desbloquear completamente el potencial de cada faceta de esa información, sin importar el tamaño de la organización.
El paradigma de los datos está cambiando de “por favor archívelo porque tenemos que”, a “explore, pues lo necesitamos”. Esto exige que los líderes de TI examinen y reexaminen los datos en todas las superficies de la compañía para obtener información que pueda mejorar el negocio de formas completamente nuevas y diferenciadas; todo esto, en el marco de una búsqueda interminable por agregar valor a los resultados finales de la empresa.
Como resultado de todo lo anterior, los datos son más que simplemente “el nuevo petróleo”: son “el nuevo suelo”. Son vitales, pues permiten a los líderes de las áreas de negocio generar conocimientos que impulsen nuevas experiencias y que, a la postre, las organizaciones se expandan, tanto a través del desarrollo de nuevas capacidades, como de nuevos productos y servicios. Los datos que alguna vez se consideraron obsoletos o sin valor, proverbialmente perdidos en el fondo marino de la empresa para siempre, ahora tienen nueva vida y un nombre; son un lago de datos en el que se puede navegar para consultar mediante permutaciones infinitas para extraerles el valor.
Aunque no es por falta de intentos, los equipos de TI han tenido dificultades para comprender sus propios datos; mucho menos han podido actuar sobre ellos. En respuesta, los proveedores tecnológicos están introduciendo nuevas capacidades todo el tiempo, tratando de dar sentido a todos esos lagos de datos: sistemas de administración, bases de datos de registros, alertas y advertencias, herramientas de flujo de paquetes y todo tipo de técnicas se aprovechan para probar y comprender dichos datos, desde para identificar problemas hasta para descubrir temas de seguridad.
Sin embargo, las organizaciones no suelen ir lo suficientemente lejos en la forma en que examinan los datos. Al dar primero un paso atrás para ver el panorama general, incluyendo desde lo histórico hasta el streaming, las empresas pueden construir de manera más efectiva la base de datos que empoderará al liderazgo para respaldar cada decisión, cada resultado y cada necesidad, al comprender más a profundidad los datos para generar óptimos resultados.
Construyendo la base de datos a escala de nube
En última instancia, la nube es la pieza clave necesaria para escalar hasta el punto en que el costo de procesamiento y almacenamiento de datos sea insignificante en comparación con el valor intrínseco que es capaz de producir. A través de la nube, las redes podrán auto-optimizarse, llegando a una proactividad y conocimiento que revelen las cambiantes tendencias o alerten sobre problemas inminentes de seguridad mitigándose en tiempo real, para que dejen de ser una preocupación. Al final, las organizaciones pueden crear una infraestructura de red verdaderamente auto-orquestada, impulsada por reglas de negocio y fortalecida mediante el análisis de datos.
Esto es lo que está construyendo Aruba: optimizamos la conectividad impulsada por datos, que también está diseñada en torno a las necesidades del negocio, todo ello mejorado mediante inteligencia artificial. Esto se basa en componentes de infraestructura robustos, seguros y flexibles que pueden satisfacer cualquier necesidad en cualquier lugar, todo a escala de la nube. En resumen, en Aruba estamos creando una infraestructura más simple e inteligente a través de Edge Services Platform (ESP) para que las compañías conviertan sus datos en resultados de negocio que alguna vez fueron inimaginables a una generación de distancia.
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