Hace un par de días, un conductor de Uber en El Líbano violó y asesinó a la británica Rebecca Dykes, funcionaria de la embaja del Reino Unido en Beirut y que usó el servicio de esta aplicación para transportarse a su casa. Y lo que ha llamado la atención es que el asesino, de 35 años, tenía antecedentes penales, pero aún así había sido admitido como conductor para Uber. La noticia ha salido en medios de todo el mundo ya que, aunque en El Líbano ha habido terribles guerras civiles, el país es conocido por ser seguro y por sus bajos niveles de delincuencia.
El pasado julio, un conductor de Uber fue condenado a 12 años de cárcel por tratar de violar a tres clientas, en tres incidentes separados. Los responsables de Uber sí alegaron, antes las restricciones londinenses, revisar a sus conductores.
En América Latina, desafortunadamente, se registran un gran número de feminicidios a diario. En México una media de 7 mujeres diariamente son asesinadas. Y estas aplicaciones de transporte privado se mostraron al público como una solución a la grave inseguridad causada por una cultura machista.
En México, también ha habido muy graves incidentes al respecto. El último fue el pasado mes de octubre cuando un chófer de la aplicación asesinó a una estudiante de Puebla. Aunque los responsables de Uber alegaron que el crimen no sucedió durante el uso de los servicios de la aplicación, el vehículo usado por los criminales, al igual que uno de ellos, sí estaban registrados para su uso dentro de Uber.
Otro caso reportado en los medios fue la violación y robo de sus pertenencias a una mujer en la Ciudad de México en el mes de mayo de este año.
Los problemas no son solo para las usuarias de Uber. Sus conductoras, mujeres, también están en riesgo. Hace apenas un mes, en el estado de de Chihuahua, Alma Rosa Trillo, de 37 años de edad, desapareció realizando su trabajo. Unos días después apareció asesinada. Lo último que se sabe es que la Fiscalía tenía pistas, unas semanas después, de quién asesinó a la conductora. Pero no se sabe aún si fue un cliente de la aplicación.
Cabify también presenta los mismos problemas para la seguridad de las mujeres. Un chófer de esta app nacida en España asesinó a una jóven en Puebla durante el trayecto que debía llevarla segura a su casa. Aunque las autoridades poblanas prohibieron la aplicación en el Estado, dos meses después pudo volver a operar.
Para hacer frente a este enorme problema, Charriot for Women es una plataforma exclusivamente para Boston, donde se da servicio sólo a mujeres y varones menores de 13 años. Todos los vehículos son conducidos por mujeres y cuenta con un servicio de palabra clave, a modo de contraseña, que deberán mencionar conductor y pasajero al inicio del viaje. Otro rasgo interesante de Charriot es que el 2% de cada pago se donará directamente a organizaciones enfocadas hacia las mujeres.
Es una app creada por un antiguo conductor de Uber que también tuvo que confrontar problemas de seguridad con un pasajero.
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