El grafeno ya no es el material más duro y resistente del mundo, la comunidad científica acaba de otorgarle este honor a otra forma de carbono: el carbino.

El grafeno ya no es el material más duro y resistente del mundo, la comunidad científica acaba de otorgarle este honor a otra forma de carbono: el carbino.
En una vuelta de tuerca más, un equipo de investigadores de las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid y el Instituto IMDEA Nanociencia, ha logrado que este material funcione también como un imán.
El prototipo desarrollado por investigadores en Suiza aguanta 120 ciclos de lectura/escritura y tiene capacidad para guardar el 30% de la información original durante una década.
Una investigación liderada por el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona demuestra que este material es capaz de convertir un único fotón absorbido en múltiples electrones calientes.
Investigadores californianos han presentado el "súper supercondensador", que promete cargas de 30 segundos para dispositivos electrónicos que después funcionan sin problema durante todo el día.
En una investigación comandada por la Universidad Rice, el óxido de grafeno ha demostrado ser mucho mejor limpiador de toxinas que la arcilla de bentonita o el carbón granulado.
Científicos australianos han desarrollado un nuevo nano-material en dos dimensiones que se puede utilizar para crear dispositivos más pequeños y compatibles con una veloz transferencia de datos.
Formado por un entramado hexagonal de átomos de carbono, el grafeno centra los trabajos de investigación de científicos de medio mundo. Os explicamos por qué.