Aún un 60% de la población global no accede a Internet, de acuerdo con un informe del Banco Mundial presentado hace unos días. Concretamente,unos 4.000 millones de personas, no tiene acceso a la Red de redes, a pesar de que el número de usuarios de la Red se ha triplicado desde el año 2005.
Aprovechando este nuevo estudio, SiliconWeek ha hecho un repaso por la situación en América Latina, sus consecuencias y sobre las iniciativas que se promueven para conseguir algún día disminuir esta brecha digital.
Dice la institución mundial que la expansión de la tecnología digital no ha ayudado, realmente, a disminuir la brecha socioeconómica entre países y clases sociales. En América Latina, una región caracterizada por sus grandes diferencias sociales, la brecha digital también se presenta como un problema más de desigualdad.
Otro dato que nos muestra el sesgo de Internet, causado por la brecha digital a nivel global es que el 85% del contenido generado por usuarios que indexa Google proviene de Estados Unidos, Canadá y Europa. Es decir que América Latina, junto con los grandes continentes de África, Asia y Ocenía se encargan tan solo del 15% restante.
Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial ha declarado con respecto a los resultados de este informe que “debemos continuar conectando a todas las personas para que nadie quede a la zaga, porque la pérdida de oportunidades tiene un costo altísimo. Pero para que los dividendos digitales puedan compartirse ampliamente entre todos los segmentos de la sociedad, los países también deben mejorar el clima de negocios, invertir en la educación y la salud de las personas, y promover el buen gobierno”.
Si miramos los datos que el informe del Banco Mundial, creado por Deepak Mishra y Uwe Deichmann, expertos en el asunto, en la región de América Latina, solo uno de cada 10 hogares pobres tienen acceso a Internet, lo que muestra que el desarrollo de la tecnología sigue ignorando a las clases sociales más vulnerables, en una región marcada por la desigualdad. Y este aspecto puede impulsar un aumento de esta diferencia de clases, puesto que la tecnología, además de las comodidades que ofrece y las oportunidades de hacer contactos con personas de otros países, también permite a acceder a puestos de trabajo mejor remunerados.
Hay datos muy destacables dentro del informe como que en los principales mercados de la región encontramos que en Brasil aún existen alrededor de 98 millones de personas que no tienen acceso a Internet y en México esta cifra es de 70 millones de mexicanos que no tienen acceso a la web, muy alta, si tenemos en cuenta que la población del país supera ligeramente los 100 millones. En los países más pobres de América Latina como son Haití, Honduras, Nicaragua y Guatemala el porcentaje de personas conectadas no supera el 20%. En el caso opuesto encontramos a Uruguay y varios países del Caribe, pequeñas islas, en muchos casos con gran influencia europea o estadounidense, que sí están conectadas a la Red.
Según afirmaciones del CAF en el mencionado informe presentado hace seis meses, “para asumir el reto de dar mayor valor agregado a los productos TIC hacen falta acciones en política pública que enfaticen la promoción de la demanda y, en particular, apalanquen los servicios de banda ancha móvil que puedan resolver las brechas económicas”.
También este fin de semana se presentó el informe ‘Niñas y mujeres de América latina en el mapa tecnológico, una mirada de género en el marco de políticas públicas de inclusión digital’, realizado por Isabel Pávez y publicado por el Sistema de Información de Tendencias Educativas en América latina (Siteal), auspiciado por el Instituto de Planificación Educativa (Iipe-Unesco) y de la Organización de Estados Iberoamericanos (OIE), que indica que la brecha digital se acentúa mucho más cuando hablamos de mujeres en América Latina.
Según los expertos, las mujeres están en desventaja en términos de acceso y uso de TIC puesto que, a nivel global y también en América Latina, tienen menos oportunidades o son excluidas de su uso por diversas razones como nivel educacional, estatus socioeconómico, aspectos culturales, falta de manejo de inglés, responsabilidades en el hogar, por vivir en zonas rurales y dar prioridad a la educación de los hijos varones que al de las hijas, entre otras cosas.
En 2014 un estudio publicado por la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET) y Convergencia Research y titulado ‘Latinoamérica: Desafío 2020’ afirmaba que se necesitaría invertir un promedio de 44.378 millones de dólares anuales para cerrar la brecha digital en el acceso a Internet en América Latina frente a Europa en seis años.
Algo similar explicaban los voceros de la CAF el pasado mes de noviembre, tras recordar que el 51% de los habitantes de la región tienen acceso a Internet, en contraste con el 78 % de los países de la Zona Euro o el 87% de Estados Unidos, que explicaban en un informe que sería necesaria una inversión de 400.000 millones de dólares en infraestructura tecnológica hasta 2020 si la región quiere equipararse a los países de la Unión Europea. Los mayores desafíos, según el Banco de Desarrollo, son “la mejora de la conectividad y la expansión de las redes de banda ancha, así como la mejora de las capacidades del capital humano para lograr innovar y generar valor agregado a nuestros productos”.
Por su parte, hace un año la Cepal recordaba que la crisis económica global ha llevado a que la reducción de la pobreza en la región se haya estancado. Según esta organización, “la pobreza persiste como un fenómeno estructural característico de la realidad latinoamericana”. Y añadía la Cepal que “la tecnología se ve por los gobiernos latinos como la herramienta para conseguir acabar con la pobreza en América Latina”. Sin embargo, “en el campo de la vinculación social, una dimensión que fue evaluada pero finalmente descartada está constituida por las privaciones en el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)”.
Las organizaciones supranacionales, como veíamos antes en el caso del CAF, piden a los gobiernos latinos más inversión enfocada a la reducción de la brecha digital.
De acuerdo con los voceros del CAF, “para asumir el reto de dar mayor valor agregado a los productos TIC, hacen falta acciones en política pública que enfaticen la promoción de la demanda y, en particular, apalanquen los servicios de banda ancha móvil que puedan resolver las brechas económicas”.
Asimismo, los voceros del CAF también hacen énfasis en promover la creación de contenidos locales para Internet y que sean relevantes para la población en general. También se remarcó que la inversión de las asociaciones público-privadas son un aspecto clave para satisfacer los siguientes estadios de crecimiento del sector TIC en la región.
Encontramos diversas iniciativas privadas que promueven la necesidad de llevar Internet a zonas remotas. Pero hay que tener cuidado que estas llegan en gran parte de los casos de multinacionales extranjeras, lo que, en ojos de muchos expertos, se ve como una nueva forma de colonización de Estados Unidos y Europa hacia las regiones menos desarrolladas en términos económicos.
Tenemos diversos ejemplos, como el acuerdo entre Telefónica Perú y Ericsson que tienen un acuerdo firmado para desarrollar el primer proyecto de conectividad rural en Latinoamérica para suministrar Internet con tecnología de última generación4G/LTE a las comunidades del Amazonas peruano; o la iniciativa Affordable Access (Acceso Asequible), que Microsoft anunció hace unas semanas, con la creación de un nuevo fondo dirigido a para apoyar a aquellas empresas enfocadas en proyectos para reducir la brecha digital, ya sea con servicios, aplicaciones basadas en la nube o modelos de negocio que incidan en la reducción de costos para el acceso a Internet.
Otro ejemplo viene de Google que hace casi un año anunciaba su primera inversión directa en América Latina, que ascenderá a un millón de dólares e irá destinada a apoyar a tres organizaciones no gubernamentales de México, Argentina y Colombia para mejorar la conectividad y ampliar el conocimiento de Internet en estos países. Y otro de los gigantes de Internet como es Facebook, comenzó este año a traer el proyecto Internet.org, creado por Mark Zuckerberg, ahora presente en Colombia, México y Guatemala y que permite a usuarios acceder gratis a la Red con sus celulares, aunque solo a un pequeño número de webs, entre las que encontramos la Red Social, sin necesidad de pagar por un plan o adquirir un servicio de datos móviles. La idea ha sido criticada por el hecho de que el objetivo del joven emprendedor es que haya muchos más usuarios de su red social, y la activista colombiana Carolina Botero protestó públicamente alegando que parece que Zuckerberg quisiera confundir a los usuarios haciéndoles creer que la red social creada por él mismo, Facebook, es sinónimo de la Red de Redes, como se publicó en SiliconWeek.
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