Parece ser que las empresas de América Latina tiene su mirada puesta en los profesionales de Venezuela, un país con mucha talento humano e incapaz de ofrecer a estas personas un trabajo con un salario digno. La inflación que sufre el país ha llevado a que los trabajadores de empresas privadas no puedan acceder a un sueldo mensual que ayude a vivir de una forma medianamente cómoda (en ocasiones, gana más una persona que compra y vende productos básicos, que un profesional cualificado).
No hay que olvidar que, a causa del socialismo, en Venezuela la educación es asequible o gratuita a una gran cantidad de ciudadanos, algo que no sucede en la vecina Colombia, de caracter neoliberal. Esto hace que haya muchas personas preparadas, pero sin oportunidades para desarrollar sus carreras.
El presidente de la Republica, Nicolás Maduro, niega que Venezuela esté sufriendo una fuga de cerebros y, por este motivo, no hay datos concretos y recientes a este respecto, pero un análisis presentado por la Agencia Reuters muestra cómo los venezolanos se van a otros países a desarrollar su carrera profesional, aún a sabiendas de que hay empresas que les pagan mucho menos que lo que reciben sus compañeros realizando las mismas labores.
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