Uber, la aplicación que permite el transporte privado de pasajeros y ya presente en muchas ciudades latinas, ha firmado un acuerdo con el fabricante de vehículos Volvo, mediante el que invertirá 300 millones de dólares para desarrollar vehículos autónomos, es decir, que no necesitan a una persona al volante.
Uber será el dueño de los coches que adquirirá del fabricante y añadirá el sistema de control para poder moverse y recoger pasajeros en las ciudades.
Esto podría suponer un problema para los miles de conductores que encuentran en Uber una fuente adicional de ingresos y, en ocasiones, incluso la única fuente de ingresos. Las ciudades latinas podrían verse salvadas por el hecho de que aún el tráfico es muy caótico para que la conducción de automóviles autónomos sea realmente segura y factible.
Hace unos días Ford anunciaba su apuesta por este mercado de coches autónomos.
Para conocer más sobre las condiciones de trabajo de los conductores de Uber en paises latinos como México o Colombia, puedes leer este reportaje previamente realizado por SiliconWeek.
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