Desde que Uber llegase a los mercados de todo el mundo, comenzó la revolución. Esta aplicación llegó para inmiscuirse en uno de los más tradicionales sectores que conocemos: el del servicio de taxis. Con Uber llegaron las protestas masivas del gremio de taxistas, demandas oficiales, nuevas normativas en algunas ciudades y miles de artículos de opinión al respecto. Pero, ¿qué dicen los conductores de la plataforma sobre esta polémica y sobre su empleo?
¿Es realmente Uber una amenaza a los taxis o solo un complemento a este servicio para suplir la demanda de las grandes ciudades? ¿Amenaza el trabajo de los conductores tradicional o trae nuevos puestos de empleo al mercado? Hay opiniones para todos los gustos.
SiliconWeek ha conversado con dos conductores de Uber. Uno trabaja en la ciudad colombiana de Cali. Y otro en la Ciudad de México. Ambos cuentan cuáles son las condiciones de empleo dentro de esta plataforma, su visión sobre el negocio del que más se habla en los últimos tiempos y sobre las oportunidades que presenta. También tratan de romper algunos mitos sobre lo rentable que puede llegar a ser invertir en un automóvil para entrar en el negocio o si las condiciones de trabajo que se prometen son tan idílicas.
Hay que recordar que hay dos formas de ser conductor en esta plataforma: o bien usando un automóvil propio para dar el servicio, o bien siendo el conductor de una persona que ha decidido meter su carro en Uber. En su web oficial, la empresa promete flexibilidad de horarios y que el conductor es libre de elegir cuándo acepta pasajeros o no. Pero en la práctica, teniendo en cuenta que muchos de los trabajadores conducen automóviles de terceras personas, ¿es real esa flexibilidad?
Armando Manni es mexicano. Trabaja trasladando pasajeros en la capital del país y lleva casi un año como chófer dentro de Uber, usando un automóvil que no suyo. La empresa donde Armando trabajaba anteriormente hizo un recorte de personal que le afectó y a eso le siguieron 8 meses de búsqueda de un nuevo empleo activo sin éxito. “Cuando tienes 40 años, en México ya no es fácil encontrar trabajo“, además de la complicación de encontrar empleos bien remunerados, aclara Manni, que añade que “esta plataforma se me presentó como una forma de incorporarme de nuevo al mundo laboral”. La situación económica en México para un trabajador medio, “es complicada”, reconoce el profesional.
Armando nunca había sido chófer anteriormente. Había trabajado en empleos de oficina de diversas firmas transnacionales, explica. Dede que comenzase en Uber, Manni ha trabajado para 6 socios diferentes, es decir, manejando diversos carros. Él mismo nunca ha tenido un automóvil propio porque es una inversión que no se ha podido permitir. Aunque afirma que sería apreciable obtener algún tipo de ayuda por parte de la empresa, para que esos conductores que han mostrado una buena dedicación a su trabajo y que no tengan auto, puedan llegar a hacerse con uno. Por ejemplo, dice Armando, ayudar en la financiación o facilitar unos trámites para que una persona vaya trabajando y pagando un coche.
Por su parte, Juan Carlos Cuetia, conocido como Chuly, de la ciudad colombiana de Cali, tiene una situación diferente. Él comenzó en 2014 con un vehículo familiar y con el objetivo de obtener unos ingresos extra en su tiempo libre, pero complementa su labor de conductor con otro trabajo.
Este asunto es uno de los más controvertidos. Armando Manni nos recuerda que Uber es una aplicación, no una empresa que siga los trámites coloquiales que siguen otras firmas del sector. Y, aunque mucho se ha hablado de regular las nuevas formas de negocio que la tecnología trae al mercado, aún no se ha conseguido. Esto lleva a que aquellos que colaboran en la App no tiene la misma cobertura laboral que quien trabaja para una empresa. “No me puedo enfermar, no me puedo accidentar ni lastimar” puesto que si eso sucede, los gastos médicos y el clste de las medicinas correrían de parte de Manni porque con Uber no hay ningún tipo de contrato que contemple una cobertura social y no hay que olvidar que en la mayoría de países latinos es la protección privada la que más seguridad da, frente a la sanidad pública.
Chuly, desde Cali, añade que la plataforma Uber se lleva alrededor del tercio de lo que un conductor ingresa por su servicio.
Por su parte, Manni aclara que tampoco “se tiene en cuenta que muchos conductores corremos un alto riego ejerciendo esta labor, puesto que ciudades como la Ciudad de México no son seguras para su circulación por las noches. El trabajador reconoce que para los conductores de Uber sería muy importante tener seguro, ya que una parte de este iría al fondo de pensión, necesario para aquellos que quieran recibir algún tipo de ingresos cuando se jubilen y ya no puedan trabajar o porque en México eso ayuda a tener una viviendo de interés social. Y Armando tiene esposa y dos hijos.
El único contrato que existe entre Uber México y un conductor recoge los datos personales del trabajador y los datos del automóvil junto con asuntos como que el chófer se hace responsable de lo que pueda suceder al vehículo y que se hace responsable de cualquier situación legal o jurídica, entre otros asuntos.
Chuly de Cali recuerda que muchos compañeros de él en Uber se reunieron a modo sindicato para pedir a la plataforma asuntos como que ajuste las tarifas o mejore los beneficios para el conductor, “pero no ha servido de nada”. Es más los responsables de esta aplicación móvil, han desactivado a conductores que se han metido a este tipo de actividades de reclamo sindicalista.
Armando Manni reconoce trabajar muchas horas para llegar a un sueldo necesario para mantener a su familia en Ciudad de México. Concreta que “se hace necesario trabajar entre 12 y 15 horas al día para generar un ingreso para el conductor que llegue a 10.000 pesos mexicanos mensuales (eso son algo más de 500 dólares)”. Una cantidad “muy escasa si tienes que pagar gastos, mantener una familia y una vivienda”. Muchas personas usan Uber como un complemento a su trabajo. Pero muchas otras, como Armando, lo hacen para salir de una situación de desempleo. Ahora Manni lo combina con encargos de chófer particular para recoger pasajeros al aeropuerto, que siguen suponiendo muchas horas de trabajo diarias, explica.
Desde Colombia, Chuly explica que “hay que trabajar muchas horas par reportar buenos ingresos” y añade que es “muy desgastante, pero se gana ‘alguito'”. El propio Chuly ha creado un grupo de WhatsApp con conductores de la ciudad de Cali para que puedan ayudarse unos a otros con informaciones, como el tráfico en algunas partes de la urbe, sobre guardas o policías o incluso sobre la hora a la que se van a comer para que otros compañeros de la zona estén más atentos. Dice el conductor que el objetivo es ayudarse.
Además, explica Chuly, no quiere que personas que no conocen aún Uber comentan errores que otros ya han cometido y para eso se han creado grupos de información. Por ejemplo, explica el joven caleño, “muchos se han comprado coche para entrar en la plataforma y cuando comienzan en Uber, ven que no les da para pagar los altos gastos que supone la compra de un automóvil y acaban perdiendo dinero o quedan en una muy mala situación económica“.
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