La tecnología ha sido pieza clave en lo que a inclusión financiera se refiere, particularmente la telefonía móvil, que llegó a cambiar la forma en la que interactúa el mundo.
La telefonía móvil se ha convertido en una especie de control que funciona para administrar muchas de las actividades de la vida diaria. Según la ENDUTIH 2019, se estima que México cuenta con 86.5 millones de usuarios de telefonía celular, lo que representa el 75.1% de la población de seis años o más; y un incremento de 3.6 puntos porcentuales respecto de 2015. Nueve de cada 10 usuarios de teléfono celular disponen de un smartphone.
En este sentido, una industria que ha tomado ventaja es la financiera. La telefonía celular, junto con el uso de datos móviles han permitido reemplazar las transacciones en dinero físico por tarjetas o móvil (mediante el uso de billeteras electrónicas, códigos QR, pasarelas de pagos, etc.), los desplazamientos a sucursales bancarias y ha creado una vía para la inclusión financiera de aquellas personas que no se encuentran bancarizadas. Según Better Than Cash Alliance de las Naciones Unidas la falta de inclusión financiera “atrapa a los segmentos vulnerables de la sociedad en un ciclo de pobreza”.
“El mecanismo para la inclusión financiera tiene que ver con la capacidad de que puedas enviar y recibir, verificar transferencias o hacer pagos, como si lo hicieras con tu cartera pero con tu teléfono. La vida de la inclusión financiera depende de un teléfono inteligente” opina Modesto Gutiérrez, fundador y presidente de Miio, el primer telcobank de México.
A medida que las personas obtienen un teléfono inteligente, pueden conectarse también a una institución financiera, pueden dar de alta una cuenta de débito, tener acceso a banca móvil, resuelven problemas de seguridad.
La India es una de historia de éxito para la inclusión financiera. Su economía basada en el efectivo se digitalizó rápidamente en los últimos años, y la tasa de apertura de cuentas bancarias ha ido en aumento. El número de indios con cuentas bancarias ha aumentado en los últimos tiempos y se estima que casi el 80% ya tiene una cuenta bancaria, de acuerdo con el estudio de PWC The FinTech route to greater financial inclusion in India.
Resaltando que la inclusión financiera ha venido de la mano con la tecnología financiera, en donde la principal herramienta para ello ha sido la telefonía celular. Statista predice que para 2022 el 36% de la población de la India contará con un teléfono inteligente, en comparación con el 26 por ciento en 2018, y según datos de Business Insider India, “se prevé que el uso de Internet y de dispositivos móviles en la India supere la marca de los 900 millones en 2023, y se estima que casi dos tercios de la población tendrá acceso a Internet y a un dispositivo móvil”.
Una tarjeta de débito acompañada de telefonía permite avanzar en la inclusión financiera. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2018), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que en México el porcentaje de la población mayor de 18 años que cuenta con al menos un producto financiero —entendido como cuentas, créditos, seguros o ahorro para el retiro— pasó del 56% (39.4 millones) en 2012 al 68% (54 millones) para 2018. Sin embargo, existe aún un rezago, ya que, por otra parte, de acuerdo con información del Global Findex Database sólo el 10% de los adultos efectuó pagos de bienes y servicios mediante su cuenta bancaria y apenas el 2.7% lo hizo a través de su teléfono móvil aun cuando, según datos del INEGI, el 72.2% de los mexicanos (65 millones de personas) dispone de un teléfono celular inteligente.
Mucho de esto se encuentra relacionado no a la falta de un celular inteligente, sino a que, en la banca tradicional, los principales productos financieros se siguen otorgando a un segmento muy pequeño de la población; es decir, de las personas que poseen una cuenta bancaria (37.3 millones), el 56% corresponde a individuos con ingresos fijos, el 63% a los que cuentan con un trabajo formal, el 71% a aquellos que habitan en localidades urbanas, el 77% a los que cuentan con más de un producto financiero y el 55% a los que tienen, al menos, educación media superior”, de acuerdo con el ENIF 2018.
Sin contar además que uno de los principales problemas, es que las personas no cuentan con datos móviles 24/7 que les permitan realizar sus actividades día a día y depender exclusivamente del WIFI. De acuerdo con datos de Cable.co.uk, México es el tercer país de América Latina (después de Cuba y Bolivia) con la telefonía móvil más cara, limitando aún más la inclusión financiera.
¨Lo relevante es que además de contar con un teléfono inteligente, es que la persona tenga capacidad de poder tener acceso a datos cada vez que lo necesite ya sea dentro o fuera de su casa. En Miio, les obsequiamos datos de nuestra propia telefonía al usar su tarjeta de débito. Miio contribuye a la inclusión digital, además de la financiera”, concluye Modesto.
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