albo, la cuenta 100% libre de comisiones para recibir, transferir y manejar tu dinero de forma fácil y segura, anota como Social Money es la nueva revolución fintech, es el fenómeno social por el cual las personas realizan intercambios monetarios sin intermediación de entidades bancarias, surgido a partir de innovadoras tecnologías, aplicaciones móviles y redes sociales.
“Dinero Social” o “Social Money” nace de la siguiente manera: las personas siempre han compartido dinero, pagos en grupo y se han prestado pequeñas cantidades de dinero mutuamente en sus vidas cotidianas. El día a día de las personas arroja numerosas situaciones de este tipo: cenas de trabajo o diferentes grupos de amigos, regalos de cumpleaños, compartir un taxi, organizar la compra de entradas para un concierto o evento, etc. La diferencia es que ahora, gracias a los teléfonos inteligentes y al uso masivo de las redes sociales, estos pagos se convierten en sociales, rápidos y sencillos a través del uso de aplicaciones móviles.
Los consumidores están en su mayoría satisfechos con esta situación, pero aquellos que luchan por mantenerse al día con los desarrollos tecnológicos continúan dependiendo del efectivo. De acuerdo con el estudio ¿Por qué los millennials odian los bancos? publicado en la revista de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), reveló que 9 de cada 10 personas millennials mexicanas odian los bancos, pues han experimentado diversas problemáticas al contratar sus servicios, por lo que la banca electrónica es su opción.
Grisel Olmedo, Head of Brand de albo, explica: Un teléfono móvil no sólo te ofrece la oportunidad de estar comunicado en prácticamente cualquier rincón del mundo, también es una herramienta que además de llamadas y mensajes, nos permite hacer fotografías y vídeos, gestionar reuniones familiares y de trabajo, mantener nuestra vida social al día, e incluso con la aplicación adecuada, manejar nuestro dinero sin movernos del sofá, entre muchas otras funciones.
Términos como “Social Payments” o “Cashless Society” se abren paso en nuestro vocabulario diario, pues es un concepto que habla no sólo de utilizar el smartphone como nuestra entidad bancaria de bolsillo, sino también como un punto de encuentro para compartir dinero entre nuestros amigos y conocidos. Una sociedad sin efectivo puede sonar como salido de la ciencia ficción, pero cada día es más una realidad. Aunque algunos gobiernos y grandes empresas de servicios financieros están trabajando para que un mundo sin efectivo sea una realidad, ninguna sociedad se ha vuelto totalmente libre de efectivo todavía, pues además de los desafíos logísticos, es necesario abordar varios problemas sociales antes de que la sociedad pueda renunciar por completo al dinero físico.
Olmedo comenta: Quienes quieran aprovechar las ventajas de una sociedad sin efectivo probablemente encontrarán que lo más conveniente es tener una tarjeta y un smartphone para tener un acceso ilimitado, 24/7 a su dinero y con ello a todas sus transacciones. La comodidad no es el único beneficio. A continuación, presentamos algunos otros.
● Tasas de criminalidad más bajas: Llevar dinero en efectivo podría convertirte en blanco fácil para los delincuentes, al no llevar dinero tangible los riesgos de que te roben se reducen drásticamente.
● Uso de papel digital: El lavado de dinero se vuelve mucho más difícil si la fuente de los fondos siempre es claramente identificable. Es más difícil ocultar ingresos y evadir impuestos cuando hay un registro de cada pago que se recibe, ya que siempre hay un rastro de papel digital.
● Menos tiempo y costo al no manejar efectivo: La administración de efectivo cuesta dinero pues está asociado con el manejo, almacenamiento y depósito de papel moneda. Gastar tiempo y recursos en mover dinero y proteger grandes sumas de efectivo podría convertirse en una cosa del pasado en un futuro sin efectivo.
● Los pagos internacionales se vuelven mucho más fáciles: Al viajar, existe la posibilidad de tener que recurrir al cambio de dinero por moneda local. Sin embargo, en un país que acepta transacciones sin efectivo, no hay que preocuparse por el cálculo de tipo de cambio o por tener la cantidad permitida en efectivo por el país en cuestión; con una tarjeta y una app que te permita visualizar tus gastos siempre sabrás cuánto gastas contra el tipo de cambio.
Sin embargo, también hay desventajas de un mundo sin efectivo como: las transacciones digitales sacrifican la privacidad; la operaciones sin efectivo están expuestas a riesgos de piratería; los problemas tecnológicos podrían afectar su acceso a los fondos de forma inmediata; la desigualdad económica se podría exacerbar, ya que es probable que los pobres y los no bancarizados lo tendrían aún más difícil en una sociedad sin efectivo; y las tasas de interés negativas podrían transferirse a los clientes.
Olmedo comenta que operar sin efectivo significa que todo pago se realiza de forma electrónica. En lugar de utilizar papel y monedas para cambiar el valor, se puede autorizar una transferencia de fondos de una cuenta bancaria a otra. La logística ideal aún se está desarrollando, pero hay algunos indicios de cómo podría evolucionar una sociedad sin efectivo. Las tarjetas de crédito y débito se encuentran entre las alternativas de efectivo más populares en uso en la actualidad porque los dispositivos móviles se están convirtiendo en una herramienta principal para los pagos. Las criptomonedas también forman parte de este ambiente, ya que se utilizan para transferencias de dinero e introducen competencia e innovación que pueden ayudar a mantener bajos los costos.
Varias naciones ya están tomando medidas para eliminar el efectivo, y el impulso proviene tanto de los consumidores como de los organismos gubernamentales. Suecia e India son dos ejemplos, pues es normal encontrar letreros que dicen “No se acepta efectivo” en las tiendas. Suecia se está preparando para convertirse en la primera nación sin efectivo del mundo, con una economía 100% digital para 2023.
Olmedo concluyó: “El mundo ya no es el que conocíamos antes de la crisis económica o el confinamiento por la pandemia de Covid-19. La tecnología está propiciando un cambio en cómo se mueve el dinero, donde los usuarios “tecnológicamente educados” tienen mayor ventaja al administrar su dinero en remoto a través de un teléfono móvil, un mercado altamente en crecimiento sustentado por la innovación. Es por ello que en albo, creemos en un mundo donde tengas libertad financiera y buscamos ofrecer soluciones cómodas, eficaces y, sobre todo, seguras para un mundo sin efectivo”.
Por Anthony Cusimano, Director de Marketing Técnico en Object First.
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