Toda la tecnología a la que actualmente se tiene acceso brinda a las empresas la oportunidad de ofrecer a sus consumidores acceder a sus productos y servicios favoritos a la velocidad de la luz a través de sus computadoras o dispositivos móviles, por lo que el e-commerce es una tendencia a la que cada vez más empresas de todos los tamaños e industrias se suman con el fin de aprovechar las nuevas tecnologías y brindar a sus clientes un mejor servicio.
Estudios de eMarketer estiman que las ventas mundiales alrededor del comercio electrónico superarán los dos billones de dólares al finalizar el año 2016, y mientras que las compañías de e-commerce han tenido éxito en la evolución de sus modelos más vendidos, el proceso de realización y entrega necesita madurar de manera significativa. Las empresas todavía están luchando para adaptarse a los retos empresariales emergentes.
De acuerdo con la empresa de consultoría Tata Consultancy Services, la industria de e–commerce se está expandiendo rápidamente, impulsada por la aparición de nuevos mercados y los cambios de transformación en los modelos convencionales de venta de los mercados desarrollados.
Para optimizar la entrega y capacidades de cumplimiento y así tener éxito al sumergirse en el mundo de e-commerce, las compañías tienen que considerar dos niveles: El intra-empresarial y el inter-empresarial.
En lo que respecta al nivel intra-empresarial, las empresas necesitan tener sistemas que integren marketing, almacenamiento, inventario, análisis de datos, finanzas y otras funciones de ERP. La velocidad y la precisión en el almacenamiento y la transportación son factores clave a la hora de adentrase en el mundo del comercio electrónico. La automatización de procesos integrales como lo son la selección, clasificación, embalaje y envíos o devoluciones, es una de las maneras de aumentar la eficiencia.
Por lo que respecta al nivel inter-empresarial, la unión de tecnologías digitales como la movilidad, RFID, análisis de datos, la nube, y medios de comunicación sociales debe ser utilizada para facilitar una integración dinámica y en tiempo real de las operaciones para obtener visibilidad y optimización del cumplimiento de los procesos de e-commerce.
Al final del día, las empresas que deciden ser parte de la transformación digital y adentrarse al e-commerce tienen la oportunidad de redefinir los procesos de la compañía en términos de poder automatizar los pedidos y las transacciones, coordinar en tiempo real las exigencias de los clientes, la producción y la logística, entre otros.
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