Toshiba se ha desplomado más del 40% en bolsa en menos de una semana, después de que la firma japonesa alertase de que los activos adquiridos en diciembre de 2015 por su filial estadounidense Westinghouse se han deteriorado en “miles de millones de dólares”.
La compañía acumula así más problemas a su negocio y es que no hay que olvidar que en 2015 se destapó un escándalo de manipulación contable que había sido guiado por su antigua directiva. Concretamente, en el verano de 2015, como publicaba ChannelBiz, el conglomerado japonés contrataba a un comité de terceros para investigar los libros de contabilidad pasados, de los que las fuentes, dicen que aumentaron sus ganancias en más de 170 millones de yenes (más de 1.200 millones de euros).
Los cargos incluyen seis años de ganancias exageradas descubiertas por el comité, así como diversas amortizaciones, de acuerdo con las informaciones filtradas a la prensa. La compañía tuvo que suspender los pagos del dividendo de fin de año mientras esté en marcha la investigación.
Desde entonces, la marcha de la marca ha sido muy irregular y la última noticia que ha afectado enormemente a su valor ha sido la de revisar sus previsiones financieras para el cierre del año fiscal con la promesa de publicar “lo antes posible” sus nuevas proyecciones una vez pueda determinar el impacto de la operación en las cuentas de Westinghouse, aunque ya ha advertido de que provocará un “impacto negativo” en sus cuentas anuales.
Por Anthony Cusimano, Director de Marketing Técnico en Object First.
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