OCDE: El 6,5% de productos TIC en el mercado son falsos

Según un informe reciente de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), las consolas de videojuegos y teléfonos móviles falsos están cobrando cada vez más protagonismo en el comercio internacional, pero se calcula que casi uno de cada cinco teléfonos móviles y uno de cada cuatro videoconsolas que se envían a nivel internacional son falsos.

Un dato a destacar es que actualmente, el 6,5% de los productos TIC que se mueven en el comercio mundial son productos falsos, frente al 2,5% de 2016 y  las empresas más afectadas por el comercio de productos falsificados son las estadounidenses. Por su parte, China es el mercado del mundo a donde más llegan estos dispositivos falsificados.

Según explica Laura Urquizu, CEO de Red Points, compañía española experta en proteger a marcas y empresas contra la piratería y el fraude en internet, “muchas veces es casi imposible para el consumidor detectar si un producto tecnológico es falso, especialmente si el diseño es prácticamente igual al original.  Detectar una falsificación requiere un nivel de conocimiento técnico que la mayoría de los consumidores no posee. En este sentido, las empresas tienen que dedicar recursos a proteger a sus clientes y negocios”.

La firma red Points explica que “detrás del aumento de falsificaciones de bienes y productos TIC está el crecimiento de las plataformas de comercio electrónico. Las videoconsolas y los teléfonos falsos se pueden encontrar a precio de imitación cada vez más fácilmente en las principales tiendas online internacionales” y considera que los controles para poner remedio a este problema no son suficientes.

A principios de este año, una Comisión sobre el robo de la propiedad intelectual formada en Estados Unidos, ha estimado que las mercancías falsificadas le cuestan al país entre 29.000 y 41.000 millones de dólares anuales. La Comisión también ha calculado que el 87% de las mercancías falsificadas importadas a Estados Unidos han sido fabricadas en China.  Según esta Comisión, también hay implicaciones para la salud y la seguridad, ya que los teléfonos falsificados pueden concentrar una mayor cantidad de sustancias peligrosas (plomo y cadmio) que los auténticos.