Desde que el pasado mes de diciembre Barack Obama, presidente de Estados Unidos y Raúl Castro, el líder cubano, reiniciaran unas conversaciones de acercamiento, con el fin de restablecer sus relaciones diplomáticas, el mundo mira expectante hacia lo que pueda pasar en Cuba.
Cuba es un país declarado socialista, donde todos los trabajadores estatales reciben el mismo sueldo. 20 escasos dólares que sumados a la cartilla de racionamiento, no es suficiente para llevar una vida medianamente cómoda. Los trabajadores que más dinero consiguen hacer, no mucho más, son aquellos dedicados al turismo.
La apertura de esta isla caribeña al turismo fue la salvación al gobierno de Fidel Castro, de acuerdo con conocedores de la historia del país. Tras la caída de la Unión Soviética, que era el principal proveedor de productos a la isla, el gobierno cubano vivió la peor crisis de su historia por las penurias que sus ciudadanos vivieron. Eso fue un período duro para el país, que fue cuando se decidió permitir la llegada de más turistas curiosos por conocer las aguas caribeñas y la historia de este país. Esta decisión desahogó la sequía económica que el país estaba viviendo.
Como decíamos, por ahora sólo ha habido conversaciones entre los grandes mandatarios de ambos países y un acercamiento que ha relajado algunos reglamentos de la política de Estados Unidos frente a su vecino cubano.
Y añade el experto, que aún hay mucho que andar antes de que Cuba sea un lugar idóneo en el que invertir: “teóricamente hablando, debe levantarse el embargo, habrá libre comercio que a su vez presentará una afluencia de oportunidades para las empresas, lo que les permite prosperar en Cuba. Dicho esto, habrá más la estabilidad económica y financiera, el país va a desarrollar su infraestructura de tecnología y los muchos bancos que no han estado tradicionalmente en la isla, llegarán al país”.
Esto que predice el experto, sería un cambio considerable en el país socialista. Dice Schwartz que “inevitablemente, las finanzas actúan como la fuerza impulsora detrás de la economía“. Parece ser que Cuba va camino de ser un país capitalista más, aunque con una fuerte intervención gubernamental.
Ya hay muchas empresas que desde diciembre han comenzado a trabajar en Cuba y otras muchas más a la espera de obtener los permisos pertinentes. Muchas de ellas son de otros países de América Latina que han visto la oportunidad en el país vecino. De acuerdo a informaciones del fondo Herzfeld Caribbean Basin Fund, México sería, después de Estados Unidos, el país que más se beneficiaría del hipotético fin del embargo y de hecho, se calcula que hay unas 50 empresas esperando para entrar al mercado insular y otras 4 que ya lo han hecho recientemente.
No hay que olvidarse de la necesidad de cumplir con todos los requisitos legales de este país. Así, explica Carlos Cuevas que “nos hemos encargado de certificar que todos los alojamientos tengan el permiso de las autoridades respectivas para realizar su actividad“, añadiendo que “hemos sido muy cuidadosos en este punto”.
Por su parte, David Schwartz explica que para los inversores interesados en Cuba “no hay ninguna razón para no comenzar a moverse hacia adelante“. Sin embargo, recomienda hacerlo con cuidado y con atención a los cambios que vayan a ir surgiendo, “para dar tiempo a que el gobierno solidifique sus normativas y políticas. Tiempo para que estos nuevos cambios entren en vigor y evitar problemas innecesarios ocurra. Dice Schwatz que “en términos de inversión internacional, sugeriría a las empresas que hagan su investigación y desarrollen un plan de ataque antes de concluir cualquier acuerdo internacional”. El líder de FIBA está convencido de que con el tiempo, cuando se consoliden las futuras novedades que esperan al país, “las oportunidades de inversión sólo seguirán creciendo“.
También la firma neoyorquina de software firmó recientemente acuerdos para entrar al mercado insular. Los voceros de la empresa han hablado con SiliconWeek, comentando que “Infor está en acuerdos preliminares con la empresa cubana de TI, deSoft, que cuenta con cerca de 2500 empleados. Además, Infor ha alcanzado acuerdos preliminares con Softel, otra las principales empresas cubanas de TI y con la Universidad de Ciencias informáticas, uno de los centros de investigación más reputados. En caso de cerrar los acuerdos, la colaboración se centrará en un primer momento en la integración de datos del sector sanitario, una de las áreas de especialización de Infor, que automatiza el 72% de los hospitales de Estados Unidos que cuentan con más de 150 camas”.
Mientras que empresarios de todo el mundo, sobre todo de los países hispanohablantes y del mismo Estados Unidos, están analizando el mercado y muchos esperan a los permisos correspondientes de las autoridades insulares para comenzar a operar, hay expertos que advierten que todavía hay un gran riesgo para el inversor extranjero.
Otro asunto a no olvidar es que el gobierno de Cuba permitiría una inversión extranjera del 100% del negocio, siempre y cuando el gobierno lo apruebe y que los inversionistas permitan que una agencia del estado diga a quien puede contratar y a quien puede despedir. En ese caso, el pago de impuestos del inversor sería mayor para poder participar de la economía cubana.
Por su parte, David Schwartz, CEO y Presidente de FIBA, comenta que sería necesaria “una mayor clarificación de la regulación respecto de la reciente cambio de política Cuba” y es que, añade, si bien se ha relajado la normativa vigente, hay industrias que “todavía están muy lejos de ser capaz de realizar negocios en Cuba”. En comparación con Estados Unidos, explica, Cuba carece de infraestructura y carece de una gran cantidad de industrias frente a otros mercados. De hecho, “como centro de excelencia financiera, FIBA trabaja para fortalecer las medidas de seguridad adoptadas para evitar las posibles discrepancias que puedan surgir como consecuencia de las inversiones internacionales”.
Otras limitaciones llegan desde Estados Unidos. A pesar del acercamiento, aún hay diversos asuntos por resolver. Durante la Cumbre de las Américas que se celebró la pasada semana en la Ciudad de Panamá, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca, explicó que “la vigencia del bloqueo, las restricciones para el uso del dólar, la imposibilidad de exportar productos cubanos (a Estados Unidos) o utilizar créditos comerciales (…) obstaculizan el comercio e impiden las inversiones en Cuba”.
Otro aspecto a no olvidar es el Índice de la Libertad Económica 2015 del Heritage Foundation clasifica a 178 países en función de la ausencia de corrupción, el imperio de la ley, y los derechos laborales y empresariales. Sólo Corea del Norte ocupa un puesto peor que Cuba en ese índice sobre los negocios y la inversión de Cuba.
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