Es un secreto a voces que Microsoft trabaja en una reestructuración a lo grande de su negocio y que la intención de su CEO, Steve Ballmer, es redirigir la atención de la compañía hacia dos campos muy concretos, el de los servicios y el de la movilidad.
Ballmer estaría trazando el plan de acción con un grupo reducido de asesores, entre los que se encuentran algunos subordinados directos y miembros de la Junta Directiva, pero que al tiempo deja fuera a buena parte de los ejecutivos senior.
Esto tendría a los directivos de alto rango y mayor trayectoria preocupados e incómodos, ya que no cuentan con pistas certeras de lo que les deparará el futuro hasta el próximo lunes 1 de julio, fecha en la que se asegura que Ballmer desvelará sus intenciones.
Además de organizar la firma en cuatro divisiones independientes, esto es, negocio empresarial, hardware, aplicaciones y servicios, y sistemas operativos, y de buscar una mayor integración entre Windows y Windows Phone, entran en las quinielas tanto cambios de roles como incluso despidos.
“Hay la sensación de que va ser titánico, que Steve está haciendo este cambio a modo de legado”, comentan fuentes cercanas al asunto de las que se hace eco AllThingsD. “Y es la primera vez en mucho tiempo que parece que habrá algunos cambios importantes, incluyendo ciertas salidas” de directivos.
Nosotros, de momento, tendremos que esperar a que llegue la confirmación oficial para ver qué ocurre.
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