Qué complejo hablar rígidamente de que la oficina debe volver a ser el lugar de trabajo. Sobre todo cuando nos dimos cuenta de que, remotamente, si podemos colaborar, relacionarnos y ser productivos. De lo que sí podemos estar seguros es que la cultura y el espacio laboral cambió para siempre.
Para bien o para mal, muchos respaldamos la flexibilidad, independencia y autonomía de los equipos de trabajo. Más aún, confiamos en los diferentes liderazgos que hoy fomentan espacios y relaciones respetuosas, inclusivas y colaborativas.
Por ello, más que oficinas, hogares o cualquier lugar, la experiencia laboral dejó de ser rígida y situada en un solo lugar. Más concretamente, la oficina ya no está en el centro de la ciudad. Es un lugar mucho más abierto y supeditado a los equipos de trabajo. Por ende, más que obligar a los colaboradores a ir a la oficina, creemos que la mística debe ser motivarlos y atraerlos.
Según McKinsey, las empresas que han establecido y comunicado una “visión de estrella del norte” para su plan de trabajo flexible, les puede resultar más fácil inspirar a los empleados para que regresen a la oficina. En ese sentido, un aspecto crucial es comprender de manera profunda qué momentos son importantes para el trabajo in situ y cómo los colaboradores contribuyen al éxito.
La vuelta a la oficina
Del trabajo remoto reinante en la pandemia, pasamos al híbrido: un equilibrio entre lo presencial y lo remoto. Actualmente, la presencia de colaboradores en las oficinas se ha ido estabilizando, aunque muy lejos de lo que era prepandemia.
Según McKinsey, un 37% va a la oficina todos los días, un 56% adicional tiene acuerdos de trabajo híbridos y, por lo tanto, pasa de uno a cuatro días a la semana en la oficina. Y el 7% trabaja de forma totalmente remota.
No ha sido fácil. La flexibilidad que ofrece lo híbrido tiene que ver con la productividad y ahorro de recursos para las empresas; mientras que con el ahorro de tiempo en desplazamiento hay más espacio familiar-ocio para los colaboradores.
Fortaleciendo espacios colaborativos y creativos
El trabajo híbrido cambió el mundo de manera profunda, disponibilizando no solamente nuevos espacios de trabajo y de colaboración, sino también la confianza en colaboradores mediante liderazgos que velaron por la continuidad operacional y el bienestar.
Hoy por hoy, las oficinas siguen siendo un activo fundamental para cualquier organización. Pero los escritorios y los rígidos días laborales de 9am a 6pm están descartados. Hoy la flexibilidad es el desde y la oficina debe ser un imán, no un mandato: un espacio que invite a la colaboración y a la innovación, fomentando el cara a cara como una actividad rica en conocimiento y en el fortalecimiento de los equipos.
Lógicamente, es una filosofía más que un deber ser. Entregar flexibilidad a los empleados y a los equipos de trabajo para que elijan qué días ir a la oficina, con qué frecuencia y cuánto necesitan pasar tiempo juntos depende de cada empresa y sus políticas. Para McKinsey, lo que determinará principalmente la tasa de asistencia a la oficina será su impacto en la productividad. Si las investigaciones indican de manera concluyente una relación negativa o positiva entre el trabajo híbrido y la productividad, eso podría aumentar o disminuir la asistencia a la oficina, respectivamente.
Más allá de eso, las empresas tienen que fomentar sin descanso la pertenencia, la conectividad, la creatividad y el bienestar de sus empleados para no solo un mayor rendimiento, sino también para un mejor compromiso de los colaboradores, sintetizando la tecnología, el diseño del lugar de trabajo y la experiencia para el éxito.
Por Anthony Cusimano, Director de Marketing Técnico en Object First.
Solo seis de cada diez organizaciones cuentan con soluciones tecnológicas de prevención del fraude en…
Los equipos de TI se benefician de la simplicidad de despliegue, gestión y la capacidad…
La marca Xerox será visible en el AMR24 en el Gran Premio de Las Vegas.
Yalo observa que la IA es una herramienta transformadora que está cambiando el juego para…
Más de 1 millón de dominios registrados podrían ser vulnerables diariamente