Tres desafíos y prioridades de Estado para este 2023

La organización de las prioridades estratégicas, operativas y digitales está en constante cambio. En una era de incertidumbre y volatilidad imperante, la innovación, resiliencia y sustentabilidad están siendo el caballo de batalla para soportar los impactos mediante la eficiencia, evaluación y mejora continua.

“No podemos dejar de lado las distintas situaciones que nos rodean y esperar que los sectores avancen por caminos separados. La crisis tiene que ser resuelta en conjunto, con la colaboración constante que permita anticipar, adaptar y responder a un entorno dinámico que seguirá así y tenemos que acostumbrarnos”, precisa Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile.

En ese sentido, y a propósito de los liderazgos al interior de los Estados, es que desde Cisco se plantean tres prioridades para el 2023.

Desarrollo fuerza laboral. La escasez de mano de obra ha llegado a un punto de crisis para las economías mundiales, haciendo de las brechas de habilidades en tecnología y ciberseguridad los principales puntos débiles. Por el contrario, la capacitación de la fuerza laboral y actualización de sus habilidades está impulsando el desarrollo económico y abriendo oportunidades para las personas.

Resiliencia cibernética. Actualmente, la seguridad cibernética es, o debería ser, uno de los aspectos más importantes y críticos para todos los Estados del mundo. Hay que extender la capacitación en habilidades digitales y de ciberseguridad, incluyendo a todas las áreas. De lo contrario, si se mantiene la metodología de asignarlo exclusivamente a las áreas TI, los vectores de ataque y de escalabilidad solo aumentarán.

Omniconectividad e inequidad digital. El rápido cambio a entornos virtuales para las personas y empresas durante la pandemia de COVID-19 aumentó el uso de banda ancha tanto en áreas rurales como urbanas, dejando de manifiesto la necesidad de redes más estables, seguras  y disponibles. Hoy tanto gobiernos como privados, además de la academia, trabajan arduamente para suplir las necesidades de conexión en una geografía tan compleja como la de Chile.

“Hay que seguir trabajando para construir Estados ágiles, resilientes, modernos y alineados a las necesidades de las personas. Responderles eficientemente y en los tiempos que exigen, requiere de mayores voluntades, inversión, innovación y colaboración. Cada época tiene un apremio y el nuestro tiene, entre otros, la necesidad de seguridad cibernética, una capacitación constante para las personas y conectividad asegurada”, sentencia Ortiz Welsch.