Seguramente habrás escuchado hablar del metaverso y sus bondades. Es más, es probable que hayas oído el concepto ‘metaverso industrial’. ¿No? Bueno, pues para tu sorpresa el metaverso ya está aquí y hemos estado interactuando con él a través de videojuegos como ‘Minecraft’ en el que uno arma su propio universo a partir de bloques que simulan la realidad, de forma muy básica, pero suficientemente dinámica, de manera que el único límite es el de nuestra imaginación.
Gracias al desarrollo de la inteligencia artificial, hoy el metaverso se perfila como una opción que nos puede ayudar, no solo a crear mundos virtuales, sino a simular situaciones con base en datos reales, de manera que sin tener que invertir grandes cantidades de dinero y tiempo, podemos desarrollar proyectos que, de otra forma, nos tomarían días, meses o años, así como una fuerte inversión de recursos para llevarlos a cabo.
En pocas palabras, el metaverso no solo se limita a los videojuegos, sino que es una herramienta perfecta para crear un ecosistema de datos con el que podemos emular situaciones y perfeccionar proyectos. Y eso es el ‘metaverso Industrial’, un universo virtual en el que podemos simular máquinas y fábricas, edificios y ciudades, así como redes y sistemas de transporte reales. Los podemos someter a diferentes crisis o presiones y podemos descubrir su efectividad o cuánto se puede mejorar, y todo sin tener que levantar estructuras y esperar a que se presente la tormenta perfecta para ver si en efecto funcionan o no.
Para entender un poco mejor de qué se trata el ‘metaverso universal’ es indispensable conocer cada uno de los elementos en que se apoya para llevar a cabo sus procesos. He aquí algunos de los vocablos de los que seguramente ya has escuchado hablar por parte de algún colega tecnológico o de la rama de la ingeniería y que conforman el ecosistema del metaverso:
Inteligencia Artificial (IA): Son la serie de acciones inteligentes realizadas por máquinas, que parten de una base de datos con la que dicha máquina buscará alcanzar sus objetivos. Sus acciones van más allá de las repeticiones programadas, pues a partir de los límites u obstáculos que encuentra se encarga de buscar más opciones, partiendo de un proceso de error y acierto, el cual aplica, perfecciona y asimila en cada ciclo hasta lograr un resultado satisfactorio. De esta forma, la IA es una tecnología que ayuda a la creación de renderizados y simulaciones realistas de realidad virtual y realidad aumentada en tiempo real.
Realidad Aumentada (RA): Es una tecnología que ayuda a superponer información digital en entornos y objetivos del mundo real. Permite emular una versión mejorada del mundo físico al agregar elementos visuales, sonoros y sensoriales digitales, entre otros. Esta realidad aumentada permite diseñar, desarrollar y probar productos en un entorno virtual, como flujos de trabajo y datos, de manera que un ingeniero puede construir un complejo habitacional sin la necesidad de usar un solo ladrillo, pero con la seguridad de que los resultados serán los más próximos a la realidad.
Avatar cognitivo: Es una representación gráfica de una persona que puede utilizarse para interactuar físicamente con otros usuarios y objetos creados en 3D, de manera que sin arriesgar a un ser humano o utilizar un dummy de pruebas, puede arrojar datos de la efectividad de los sistemas de seguridad de un automóvil durante una colisión, o la resistencia de un puente al paso de una multitud, e incluso la efectividad de una salida de emergencia ante un sismo o un incendio.
Computo en la nube: Es la disponibilidad bajo demanda de datos, almacenamiento y recursos informáticos generales, así como funciones distribuidas en múltiples ubicaciones de servidores en la nube. Su uso estratégico permite que la información fluya de manera efectiva y permanezca resguardada de forma eficiente y segura. De manera que, si uno necesita un dato, solo basta tener conexión a la red para acceder a una base de datos virtual almacenada en dicha nube.
Gemelo digital: Es una representación virtual de un objeto o un proceso físico. Puede incluir el ciclo de vida completo de un producto, así como las fases de diseño, fabricación, operación y servicio. Al ser una réplica virtual, el gemelo digital puede ser sometido a diferentes factores de prueba y a partir de ahí, obtener los datos sobre la efectividad de un proyecto e incluso perfeccionar los errores o fallas de un proyecto detectados en un ambiente virtual. De esta manera se puede asegurar que al fabricar o construir un producto final ya tiene sobre sí una serie de pruebas que le anteceden para garantizar su efectividad.
Realidad Extendida (XR): Es un término general que abarca la Realidad Virtual (VR), la Realidad Aumentada (AR) y Realidad Mixta (MR) y que permite contar con la base de datos en la que trabajará un gemelo digital. A través de esta información el Metaverso Industrial es capaz de desarrollar infraestructuras determinadas en escenarios específicos y con condiciones determinadas, combinar todo un universo de posibilidades, por ejemplo, emular la construcción de un auto de carreras y someterlo a condiciones extremas de manejo, a altas temperaturas o climas congelados. ¿Suena extremo? Tal vez, pero no imposible para el Metaverso.
Entorno virtual multiusuario (MUVE): Se trata de espacios virtuales en los que los usuarios, representados por avatares, interactúan entre sí con los objetos del entorno y conviven simultáneamente en dicho espacio virtual. Gracias a estos entornos virtuales, en el Metaverso Industrial un técnico de China podría conectarse en línea para acudir virtualmente al gemelo de una fábrica alemana y solucionar un problema en tiempo real. Todo esto sin la necesidad de empacar, viajar al otro lado del mundo, hospedarse y acudir al recinto donde se requiere la presencia del especialista. Lo que representa un ahorro neto de tiempo, dinero, esfuerzo y emisiones.
Web 3.0: Representa la evolución futura de la Word Wide Web en la que serán posibles todos los procesos del metaverso (industrial). Se prevé que esta nueva Web traiga una gobernanza descentralizada a ciertos aspectos del metaverso para garantizar una mejor experiencia del usuario, lo que difiere del concepto general de la Web 2.0 en la que los datos y el contenido estaban más centralizados.
Dada su flexibilidad y la amplia gama de recursos con que cuenta, el metaverso industrial puede utilizarse tanto para escenarios físicos como para simular situaciones extraordinarias, de manera que su aplicación puede abarcar desde la industria petrolera hasta el sector financiero. No por nada muchas de las instituciones bancarias y fintech tienen acceso a sucursales virtuales, las 24 horas, los 365 días del año, de manera que ya no es necesario esperar a que sea un día activo o que uno esté en horas laborales. Al final de cuentas, tratándose del metaverso, “si puedes imaginarlo, puedes realizarlo”.
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