Desde la Fundación Raspberry han reconocido que han discutido con Jon “Maddog” Hall, fundador de Linux International, sobre la posibilidad de producir el miniordenador en Brasil, y han desvelado que de momento no harán nada en ese sentido.
En concreto, en la fundación Raspberry han comentado que no desean levantar falsas esperanzas entre los consumidores, dejando claro que para navidades no estarán produciendo el dispositivo en Brasil.
Asimismo, han revelado que todavía no han elegido ni revisado propuestas de ningún partner para que les ayude en las labores de manufacturación, informan en ZDNet.
Liz Upton, co-fundadora de la Raspberry Foundation, ha indicado que hay un proceso de negociación y se deben determinar temas como de donde se obtienen los materiales para su fabricación, como se llevará a cabo la distribución y otros asuntos legales que hacen que el tema no pueda ir rápido, lo que no cierra la puerta al país sudamericano en el largo plazo.
Por ahora, los fans de Raspberry Pi en Brasil tienen que desembolsar una cantidad que asciende a los 180 dólares, por lo que parece que tener una planta en el país Latinoamérica abarataría mucho esos costes.
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