En el marco de su conferencia Microsoft Inspire 2021, la compañía hace oficial el lanzamiento de Windows 365. Se trata de un servicio en la nube que permitirá ejecutar sobre Microsoft Azure de forma virtualizada tanto Windows 10 como Windows 11 (cuando llegue al mercado a finales de este año).
En esencia, el objetivo es llevar el sistema operativo a la nube, en vez de ejecutarse a nivel local. Contará con las aplicaciones, los datos y la configuración de cada usuario, de la misma forma que ocurría en las oficinas, con la diferencia de que los trabajadores podrán acceder a estos recursos desde cualquier dispositivo y lugar con la misma experiencia. Incluso, se podrá utilizar desde más de un dispositivo a la vez ya que todos los datos se sincronizan en tiempo real.
El flamante sistema operativo pretende mitigar las carencias a la hora de acceder a los recursos empresariales desde cualquier lugar y en cualquier momento. Todos los empleados necesitan la tecnología, aquella fácil de usar y que esté disponible desde cualquier dispositivo para seguir desempeñando sus funciones. Pero sobre todo que sea segura, tanto para la empresa como para los propios usuarios.
Windows 365 soportará las aplicaciones de negocio propias como Microsoft 365, Dynamics 365, Power Platform, etc. Para aquellas de terceros fabricantes, Microsoft promete total compatibilidad a través de App Assure, un servicio que ayudará a las empresas de más de 150 empleados a resolver cualquier problema con sus aplicaciones sin coste adicional.
Windows 365 está construido sobre Azure Virtual Desktop, el servicio para la virtualización de escritorios que ya estaba disponible desde la plataforma en la nube de Microsoft. Según el fabricante, la principal diferencia con este servicio es que se simplifica el proceso de virtualización para los administradores al no tener que realizar determinadas tareas que Windows 365 realiza automáticamente. Será posible, de forma sencilla, escalar la capacidad de procesamiento y monitorizar el rendimiento de cada “Cloud PC”, tal y como lo denomina McKelvey.
Asimismo, se han añadido capacidades analíticas para controlar la calidad de la conexión y ofrecer la mejor experiencia de usuario y productividad. Un cuadro de mandos centralizado permitirá localizar rápidamente aquellos clientes que no están ofreciendo la mejor experiencia para asignar nuevos recursos o solucionar cualquier problema derivado de un servicio cloud virtualizado como es Windows 365.
Windows 365 llegará inicialmente en dos versiones: Windows 365 Business y Windows 365 Enterprise. Cada una de ellas estará disponible con distintas configuraciones de hardware y capacidad de proceso, algo que los administradores podrán configurar fácilmente en función de las necesidades de cada usuario. Se comercializará en la modalidad de pago por uso basado en usuario/mes.
Windows 365 se ha construido también con una arquitectura Zero Trust para aumentar la seguridad de cada conexión. Absolutamente toda la información que manejan los usuarios se almacenará en la nube y no en el dispositivo. La autenticación para verificar y permitir el acceso a cada usuario será multifactor y se confrontará con el Directorio Activo de Microsoft Azure (Azure AD).
Asimismo, los administradores podrán delegar permisos específicos a cada usuario de la misma forma que pueden hacerlo en la actualidad durante el despliegue de Windows de manera tradicional, es decir, en su instalación a nivel local.
Sin dejar de lado la cuestión de la seguridad, Microsoft inyectará cifrado de datos en toda la plataforma: todas las unidades de almacenamiento de los Cloud PC estarán encriptadas, así como todo el tráfico generado entre el dispositivo y la nube.
Tocará ver cómo reacciona la industria de TI y las implicaciones de usar un sistema operativo que no está instalado en el PC, sino que se ejecuta en la nube.
Lo cierto es que Microsoft asegura que se van a generar nuevas oportunidades de negocio en todo el ecosistema, desde los desarrolladores independientes de software (sus aplicaciones tendrán que ser ejecutadas en la nube) hasta los fabricantes de PC, que tendrán que contemplar nuevos escenarios en las configuraciones de hardware. En teoría, equipos de gama baja con un mínimo de memoria y almacenamiento podrán trabajar sin problemas con Windows 365, ya que casi toda la potencia necesaria recae en los servidores de Azure.
Windows 365 estará disponible de forma general a partir del 2 de agosto de 2021.
Por Anthony Cusimano, Director de Marketing Técnico en Object First.
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