México: retos a superar para atraer más inversión e incentivar la innovación

México es un país que concentra alrededor de 120 millones de habitantes, cuya economía es emergente y lleva años de crecimiento y el único de América Latina que integra la OCDE u Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la cual agrupa a 34 países miembros y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.

Hablamos de la principal economía de la región de lengua española y la segunda en términos generales, tras Brasil, aunque la crisis del país sureño, llevará a México a quitarle esta posición en unos años, de acuerdo con los expertos. Sin embargo, aún hay retos que este país tiene que superar para atraer aún más la inversión extranjera y también la innovación local.  SiliconWeek te analiza en este reportaje las fortalezas de México como destino de inversión y también los retos a superar.

Corrupción, “un cáncer para México”

Hay diversos asuntos que puedan echar hacia atrás a los inversores internacionales a la hora de poner su vista en México, destacando la inseguridad en muchas regiones del país, la corrupción existente a nivel político y económico, la gran cantidad de personas que aún no tienen una buena formación por la escasez de una educación pública y accesible de calidad y la baja calidad de las comunicaciones en muchas partes del país.

Otro asunto de importancia, lo mencionaron hace unos días los voceros de la OCDE en un encuentro:  a pesar de que la tendencia internacional es apostarle a la recaudación de impuestos a través del consumo como estrategia para ampliar la base de contribuyentes, los ingresos por concepto de tributos a bienes y servicios representan en México apenas 9.8% , muy por debajo a la media de los países miembro de la organización. Un asunto importante es la gran cantidad de trabajadores informales existentes, que tampoco pagan sus impuestos mensuales, lo que lleva al estado a contar con poco dinero para invertir en servicios públicos.

Por su parte, la misma OCDE en un encuentro hace unos días habló de la necesidad de acabar con la corrupción en México. La directora de Gabinete del organismo afirmó que “la corrupción es el cáncer de México” a la vez que se presentaron recomendaciones iniciales derivadas de la Revisión de la OCDE de la Gobernanza Pública del Sistema Nacional de Fiscalización, y de urgir a concretar las leyes secundarias para crear el Sistema Nacional Anticorrupción, en el que el Gobierno trabaja desde el pasado año y que se ve como una esperanza para mejorar la situación del país.

También desde el Centro de Estudios Espinosa Yglesias han dicho que  La corrupción reduce las posibilidades de cada ciudadano para mejorar su calidad de vida, y que es una práctica que impacta en la salud, educación y protección social, pilares necesarios para romper con la pobreza. Por otra parte, el acceso a la salud también se hereda en México. Un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. que dividió los estratos económicos en cinco niveles encontró que el 79% de las personas con menos ingresos no cuentan con servicio médico.

Otro obstáculo de la corrupción es que, de acuerdo con un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), en los países con mayor corrupción el porcentaje de inversión puede ser menor hasta en 5%, porque genera desconfianza en las empresas extranjeras.

Pobreza y desigualdad

Y es que la pobreza es otro de los asuntos que más afectan al crecimiento de una nación. La razón es simple: aunque hablemos de un mercado de 120 millones de personas, la pobreza hace que muchas de esas personas no tengan acceso al consumo por falta de recursos, lo que reduce el público al que pueden dirigirse las empresas con sus productos. Por otro lado, la pérdida de talentos. Quién sabe cuántas personas sometidas a la pobreza en el país no podrían, con acceso a una buena educación, ser grandes innovadores en el futuro.

Como ya publicó SiliconWeek, aunque América Latina redujo a la mitad la pobreza extrema entre los años 2002 y 2011, aún hay más de 75 millones de personas que subsisten con una renta muy baja de menos de 2,5 dólares al día y destaca que la mitad de estos se encuentran en México y Brasil, las dos printipales economías de Latinoamérica. Y en México se cree que cerca de la mitad de población vive en situación de pobreza, de acuerdo con Coneval o el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Y de ellas, cerca del 10% estarían viviendo en situación de pobrez extrema.

El Banco Mundial presentó un informe en 2014, del que se hizo eco SiliconWeek, titulado  ‘Ganancias sociales en la balanza en América Latina y el Caribe’ afirma que la desigualdad en la región será el gran lastre para la evolución económica de los países de América Latina.Y añade la institución que “los avances sociales que América Latina cosechó durante la última década pueden estar en peligro”. De acuerdo con los voceros de la OCDE, “México afronta el reto de sostener y mejorar sus niveles de crecimiento económico, y, a la vez, promover la inclusión. Al fin y al cabo, estos objetivos se refuerzan mutuamente; en su calidad de iniciativas para reducir la generalizada informalidad del mercado laboral, la débil productividad, las altas disparidades en ingresos y patrimonio y la fragmentación regional, conducirán a un crecimiento más fuerte y más incluyente”.

Y no hay que olvidar que es la desigualdad social, continente donde el conjunto de América Latina se lleva la palma liderando los ránkings, una de las causas de la inseguridad, aspecto que se presenta como otro gran reto para ganar la confianza de inversores.

La regulación y trámites burocráticos y el acceso a crédito

Según explica una encuesta realizada por el Consejo Coordinador Empresarial, aunque en México no hay cifras sobre cuántas empresas fracasan por la falta de acceso a un financiamiento que precisan, el 75% de las empresas no llegan a los cinco años de edad. Así, que, esta carencia de financiación se presenta en el país azteca como un gran problema ya que e n muchas ocasiones limita a las empresas para crecer y sobrevivir.

En cuanto a los trámites necesarios para desarrollar un nuevo proyecto, aunque el país ha mejorado de forma considerable, como muestran las cifras oficiales, aún falta hacer más cómodos los trámites. De todos modos, el país se encuentra en la posición 38 en el ranking Doing Business el cual analiza la facilidad para hacer negocios y que publica el Banco Mundial,de los 189 países analizados en la edición 2016. Esta cifra supone un avance de cuatro posiciones respecto del año pasado, gracias a la entrada en vigor de reformas que permitieron avanzar en áreas de obtención de créditos y pago de impuestos, de acuerdo con el Banco Mundial.

A pesar de esto, México se sitúa por debajo de los 50 países más competitivos en siete de los 10 valores que revisa Banco Mundial en facilidad para hacer negocios, siendo el registro de propiedad el que más problemas da a los inversores, seguido del pago de impuestos, la obtención del servicio eléctrico, los permisos de construcción y protección de accionistas minoritarios, entre otros.