El año pasado se vendieron unos 330.000 smartwatches en todo el mundo gracias al carácter pionero de modelos como los de Sony o Motorola y, aunque todavía se encuentra en una etapa prematura, este mercado conseguirá remontar y multiplicar por quince dichas cifras muy pronto.
Y es que más allá de Pebble, que consiguió revolucionar la plataforma de crowdfunding Kickstarter y que durante el presente curso fiscal ya se ha convertido en líder absoluto junto con la citada Sony, la esperada aparición de nuevos dispositivos por parte de gigantes como Apple, Google, Microsoft y Samsung acabará por dar el empuje definitivo a este sector.
“Los smartwatches serán la nueva categoría de producto más importante de la electrónica de consumo desde que el iPad definiese el mercado tablet”, considera Chris Jones, vicepresidente y analista principal de Canalys. “Las plataformas de software vinculadas a los relojes inteligentes también será una gran oportunidad para los desarrolladores a la hora de escribir aplicaciones para categorías como la salud y el bienestar o el deporte y el fitness“.
Aunque con las jugosas ventajas llegan también los grandes retos. Los expertos señalan a este respecto limitaciones de potencia, la necesidad de crear hardware los suficientemente atractivo y elegante que atraiga a los usuarios y la ofertas de programas a medida con software totalmente personalizado.
Eos sí, “estos dispositivos no sustituirán a los smartphones, sino que los complementarán a modo de appcessories“, señala Canalys.
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