Tras anunciar cambios en su API, Twitter ha comenzado a buscar nuevas formas de mejorar la red de microblogging, entre las que se encuentra la creación de su propio servicio de hosting de vídeo.
El objetivo último es ofrecer una experiencia consistente de extremo a extremo y mejorar el funcionamiento de la plataforma de cara a los consumidores. Y es que, a día de hoy, sin un proveedor externo tiene un problema técnico, Twitter no puede hacer frente al problema.
Además, poseyendo su propio servicio de vídeo-hosting, la compañía de Jack Dorsey podría abrir nuevas oportunidades de publicidad. Por ejemplo, se podría incentivar a los anunciantes con la compra de tuits promocionados a través de la inserción de vídeos online. Potencialmente, Twitter también podría incorporar anuncios justo antes de la reproducción del contenido de los vídeos de sus usuarios, como ya hace Youtube.
Las especulaciones cobrarían todavía más sentido si se confirma que Twitter ha comprado Vine, una solución para grabar y compartir vídeos desde el móvil.
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