Las TIC pueden hacer mucho por el agro (y ya están en ello)
El sector agrícola ya ha comenzado a adoptar la transformación digital y las TIC pueden hacer mucho para mejorar la calidad de vida de los trabajadores del campo. Entrevistamos a Albor e Hispatec para conocer su visión sobre el sector.
Diferentes instituciones, tanto públicas como de iniciativa privada, están fomentando la aceleración y la inversión en proyectos tecnológicos varios que se centren en mejorar el sector agrícola. Encuentros como Agrishow 2017, Programa de Aceleración AgTech de NXTP, Thought For Food TFF Challenge, Future Agro Challenge, HackTabasco o la últimaconvocatoria del Ministerio de las TIC de Colombia y Renata (Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada) son algunos de los ejemplos de la apuesta por las empresas para fomentar el agro.
Para analizar la situación del sector agro, donde cada vez más empresas y emprendimientos hacen hincapié, SiliconWeek ha entrevistado a Jose Luís Molina como vocero de Hispatec y con Santiago Gil, Gerente General de Albor.
No hay que olvidar que el sector agrícola también ha adoptado la transformación digital. “Controlamos la evolución de las producciones agrícolas a través de drones o satélites. Contamos con servicios de inteligencia de mercados, con capacidades descriptivas y predictivas que llegan más allá de lo que imaginamos. El control de calidad o la trazabilidad de los productos agroalimentarios está dejando de ser algo que se gestiona de forma estadística, para hacerse de forma sistemática en todos los volúmenes de producto y con mayor rigor. La cantidad de información que somos capaces de suministrar a cada consumidor sobre un producto, ha aumentado muchísimo, así como su fiabilidad”, recuerda Jose Luís Molina.
¿Cómo ayudan las TIC al sector agrícola?
“La actividad agropecuaria es una industria que requiere cada dia mayor profesionalización, puesto que la eficiencia estará dada en la proporción en que el empresario sea capaz de incorporar tecnología”, explica Santiago Gil desde Albor que recuerda que “cuando hablamos de tecnología es tanto en genética, maquinaria, modelos productivos y gestion de la información”. Esta empresa ofrece una herramienta que ayuda a gestionar la información de forma tal que la misma sea confiable, precisa y oportuna.
Por su parte, desde Hispatec, que hace unos meses decidió llegar a México, explica José Luis Zamora que “el campo en general, y la transformación y comercialización agroalimentaria, han cambiado de forma notable en los últimos años, de la mano de las aplicaciones y las TIC en general”. De forma rápida y muy creciente, “estamos sensorizando y automatizando muchos entornos: el campo abierto, los invernaderos, la fertirrigación, el ganado, las plantas de confección hortofrutícola, las industrias de transformación (harineras, bodegas, almazaras, conserveras, mataderos, industrias lácteas, etc)”, recuerda el vocero de Hispatec.
En cuanto al papel de la tecnología, se puede decir que impacta y contribuye de forma muy positiva de cara a abordar los retos, explica el vocero de Hispatec, empresa experta en soluciones TIC para el sector Agro, y aporta soluciones tecnológicas de gestión integral desde la semilla o la planta y hasta el mercado de destino. “Las TIC de forma genérica ayudan a medir, controlar, ordenar, acumular datos y conocimiento, segmentar, aprender, automatizar. Todo lo que se mide y controla, mejora. En el sector agroalimentario, con procesos de producción, transformación o comercialización impactados por múltiples variables internas y externas, con muchos intervinientes y eslabones en la cadena, y con un fuerte dinamismo y competencia, contar con conjuntos de datos extensos, actualizados, y hacer un uso inteligente de los mismos, supone un vector de mejora clave”, explica Jose Luís Molina.
Diferentes aspectos que las TIC pueden abarcar
Además, recuerda el vocero de Hispatec que “la aparición de los drones o las nuevas generaciones de satélites, aportan muchas nuevas posibilidades en el análisis del territorio y de los cultivos. Todo ello está favoreciendo mucho la mayor permeabilidad de la tecnología en la actividad agroalimentaria”.
Añade el vocero de Albor que “el campo ha evolucionado mucho en los últimos 20 años, y Argentina ha sido protagonista de estos cambios tales como la siembra directa, agricultura de precisión, gestión de información, etc. Hay dos factores que hacen que la tecnológica TIC sea cada vez más permeable, una son los grupos como los CREA que inculcan el valor de la información y del poder compartirla y otro es el natural cambio generacional en la gestión de las empresas”.
Por otro lado, recuerdan desde Hispatec que es necesario tener en cuenta la necesidad de la “eficiencia en el uso de recursos escasos (agua, fertilizantes, tierra, energía, etc). Utilizar las cantidades precisas, sin que se desperdicien recursos valiosos ni generen una contaminación innecesaria”, llevar un control sobre impactos ambientales derivados de la actividad agraria, transformación y distribución, y sobre la “trazabilidad y seguridad alimentaria, yendo más allá del mero concepto de protección de la salud del consumidor, e incorporando muy diversos datos a los productos como atributos adicionales: propiedades nutritivas, forma de cultivo / engorde, gastronomía, cultura, paisaje / terreno, impactos sociales, huellas ambientales (CO2, química, agua, etc), compatibilidades / incompatibilidades, métodos de transformación / elaboración, envases / embalajes, sistemas de distribución, etc”.
Otros asuntoa tener en cuenta, de acuerdo con Jose Luís Molina son los de conseguir mayor “productividad y eficiencia económica de las actividades desarrolladas y mejorar la rentabilidad para el agricultor o el ganadero”, además de alinear “la oferta y demanda, logrando flujos de información ágiles y bidireccionales entre el mercado (los consumidores) y el sector productor”.
También hay que fijarse en la “digitalización de la cadena de valor agroalimentaria, sincronizando los tres grandes flujos (productos físicos, flujo económico, datos ligados a los productos y su transformación o distribución)” y en la automatización de tareas y funciones más repetitivas, penosas o de menor valor añadido.
¿Está el personal dispuesto a adoptar las TIC en su actividad?
Jose Luís Molina desde Hispatec aclara su preferenica por lablar de profesionales agrarios o agroalimentarios y no de campesinos, ya que el primer término se refiere a trabajadores “especializados en producir y vender los mejores alimentos, satisfacer la demanda de los consumidores y preocupados por el cuidado del medio natural en el que trabajan” y añade que “esta definición creo que se aproxima bastante a nuestra nueva realidad, tenemos profesionales que eligen libremente trabajar en este sector, se sienten orgullosos de ello, tienen mucho que ofrecer a la sociedad y sin duda están abiertos a aprender, a integrar tecnología y a trabajar cada vez de forma más eficiente y más orientada a sus clientes, los consumidores finales”.
Considera el vocero de Hispatec que “en los últimos años se ha producido un cierto relevo generacional en el sector Agro y ha habido una mayor hibridación entre ambientes rurales y urbanos“.
A esto, añade Santiago Gil desde Albor, firma especializada en el mercado argentino que “el productor agropecuario es permeable a las novedades, en particular las generaciones más jóvenes. Siempre el contexto finalmente es el que determina la decisión por lo que en época de vacas flacas la barrera de entrada es más complicada. Debemos ser capaces de pulir nuestra propuesta de valor para facilitar la decisión sin defraudar en el cumplimiento de las expectativas”, aclara.